Alejandra Espinoza ha convertido el correr en una verdadera pasión, siendo su mejor forma de desconectar del ajetreo diario.

Aunque el running ha sido parte de su vida desde pequeña, fue en 2020, cuando participó en su primera maratón, que esta actividad se transformó en algo fundamental para ella.

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A sus 37 años, Alejandra ha encontrado en el correr una manera de liberarse del estrés y mantenerse enfocada en su bienestar físico y mental.

La maratón, con una distancia de 42.2 kilómetros (26 millas), es una prueba exigente que desafía tanto el cuerpo como la mente.

Solo un pequeño porcentaje de la población mundial, aproximadamente el 0.01%, logra completar este tipo de carreras cada año, según la organización Livestrong.

Esta competencia de resistencia es un reto que pone al límite a los corredores, y completar la prueba es un logro significativo.

En promedio, un corredor tarda unas 4.5 horas en completar una maratón, lo que para muchos puede sonar asombroso.

La sensación de satisfacción al cruzar la meta de los 42.2 kilómetros es indescriptible, casi como desbloquear una habilidad especial o un superpoder.

La recompensa física y emocional al finalizar la carrera es un sentimiento de superación personal que solo los corredores experimentan.

Alejandra ha encontrado en el running un «outlet», es decir, una válvula de escape que le permite desconectarse por completo de sus responsabilidades.

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