La diseñadora de moda italiana Donatella Versace proviene de una familia numerosa. Su madre, quien atendía a clientes adinerados, la inspiró a aprender a coser cuando tenía 68 años. Se mudó a Milán a finales de la década de 1970 para vivir con su hermano mayor Giovanni, quien estaba comenzando a hacerse un nombre como diseñador de moda. Donatella más tarde se convirtió en la directora de la empresa y diseñadora principal después de su ascenso a la prominencia.

En 2002, Donatella decidió someterse a cirugía estética, una decisión que generó debate sobre su apariencia. Antes de estas operaciones, la mayoría la consideraba bonita. Sus primeras opciones fueron un lifting facial en círculo y aumento de labios con Botox.

Donatella ha sido transparente sobre las razones de su cirugía, indicando que quería crear una barrera que la protegiera de miradas curiosas. También comenzó a amar el maquillaje dramático, el bronceado excesivo y los viajes regulares a solárium en esa época, un estilo que eventualmente desanimó a algunos seguidores.

Las cirugías adicionales incluyeron rinoplastia, cuyo resultado parece menos que perfecto en las imágenes. Donatella siempre había querido corregir el puente nasal, pero los primeros resultados se desvanecieron y dejaron caer la punta.

También se cree que el consumo de alcohol ha contribuido a la caída del rostro. Lamentablemente, los resultados de procedimientos adicionales tenían un aspecto desigual y poco natural.

A pesar de estos cambios, Donatella sigue siendo conocida y está frecuentemente bajo el escrutinio de los paparazzi. Sigue siendo un ícono de estilo, vistiendo ropa ceñida y tacones altos que acentúan su figura esbelta.

Decidió someterse a una cirugía de aumento de senos como regalo personalizado en su 60 cumpleaños. Debido a sus atrevidas elecciones estéticas, Donatella y la extravagante cantante Lady Gaga ahora suelen ser comparadas.

Muchas personas piensan que las intervenciones excesivas de Donatella, por otro lado, la han hecho parecer más mayor de lo que es.