El momento fue electrizante. Los aplausos, los nervios, las luces… y en el centro de todo, Lina Luaces, con la mirada puesta al frente y el corazón latiendo a mil.

La hija de Lili Estefan no solo brilló en cada pasada del certamen, también conquistó con su seguridad, su carisma y ese toque de autenticidad que no se compra ni se ensaya.

MIRA EL VIDEO AL FINAL DEL CONTENIDO

Y cuando finalmente se escuchó su nombre como la nueva Miss Universo Cuba, todo explotó.

La emoción le cruzó el rostro, se le llenaron los ojos de lágrimas y apenas podía contener la sonrisa mientras avanzaba para recibir la corona.

Pero lo más impactante no fue el título… fue su reacción.

Con un gesto fuerte, decidido, alzó la cabeza como diciendo “sí, soy yo”, mientras sus compañeras la rodeaban en ese torbellino de emociones.

No se la vio tímida, no se la vio sorprendida: se la vio lista. Como si todo en su vida la hubiera preparado para ese instante.

Con la banda puesta y la corona en alto, Lina dejó claro que no está en ese escenario por ser «la hija de», sino porque ha trabajado para destacar por sí misma. Y esta vez, lo hizo a lo grande.

A CONTINUACION MIRA EL VIDEO: