Una niña pobre fue llamada para cantar en la escuela como una burla pero su voz dejó a todos en silencio lucía se despertó temprano como todos los días con el sonido del gallo del vecino que parecía no tener idea de la hora la cama rechinó un poco cuando se levantó y enseguida sintió el frío del piso en los pies su abuela doña Chayo ya estaba en la cocina revolviendo algo en la olla con su bata vieja y una mirada cansada pero siempre firme ¿lista para hoy preguntó mientras le servía un café con más agua que café
lucía asintió pero no dijo nada no había dormido bien desde hacía unos días unos compañeros de su secundaria los más pesados del salón la habían empezado a mirar raro hablar entre ellos y reírse apenas la veían pasar no le hacía mucho caso no tenía tiempo para meterse en líos no desde que su mamá se había ido había pasado apenas un mes desde que Mariana su mamá murió por culpa del cáncer fue rápido injusto y sin avisar lucía apenas tenía tiempo de entenderlo desde entonces vivía con su abuela en una casita de dos cuartos en una colonia al final del cerro donde el

camión solo subía si no llovía pero ella se esforzaba por seguir yendo a la escuela aunque no tuviera uniforme completo ni zapatos nuevos se peinaba con esmero con una coleta bien apretada y usaba una mochila remendada que alguna vez fue roja esa mañana en la escuela se sentía un ambiente distinto había globos pancartas en los pasillos y los maestros andaban apurados caminando de un lado a otro era el día de la comunidad escolar un evento donde presentaban bailes canciones y hasta venían algunos padres
a Lucía no le interesaba mucho pero todo cambió cuando en la primera clase se acercó Brenda una niña con cara de niña buena pero con lengua de víbora que le dijo algo que la dejó fría lucía ¿quieres cantar en el evento te apuntamos para que cantes una canción todos dicen que tienes bonita voz lucía se quedó callada brenda le sonrió como si realmente le importara ándale ya está anotado tu nombre es a las 12 después del grupo de danza tú canta la que quieras lucía se fue a su lugar confundida sí le gustaba cantar lo hacía cuando barría la casa o cuando lavaba
los trastes incluso cuando se bañaba su mamá le decía que tenía una voz bonita que algún día iba a cantar en un escenario de verdad pero eso era diferente cantar frente a toda la escuela cuando ni siquiera estaba segura si se sabía bien una canción completa le ponía nerviosa pero una parte de ella sintió algo parecido a ilusión tal vez no era una broma tal vez sí querían oírla en el Vin Santan Recreo mientras comía una torta de frijoles que le había preparado doña Chayo escuchó a un grupito reírse cerca eran Brenda
Emiliano Kevin y los de siempre estaban viendo algo en el celular de uno de ellos ella bajó la mirada y se hizo la que no oía unos minutos después Brenda pasó corriendo junto a ella y le dijo con una sonrisita que no traía nada bueno no se te olvide Lucía hoy es tu gran debut lucía tragó saliva algo no le olía bien pero ya no había vuelta atrás a las 12 cuando sonó el timbre del receso largo todos los alumnos fueron guiados al auditorio era una sala grande con sillas de plástico puestas en fila y un escenario improvisado con cortinas
azules lucía esperó sentada en una esquina con los pies apretados entre sí y las manos sudorosas vio que su maestra la buscaba con la mirada y luego hizo una señal era su turno subió al escenario temblando los murmullos llenaban la sala algunas risas algunos celulares apuntando ella sintió cómo se le secaba la garganta al fondo del lugar un hombre de traje oscuro la miraba con atención no lo conocía pero era evidente que no era un papá cualquiera era Julián Herrera un empresario que había donado dinero a la escuela para mejorar los salones estaba sentado en primera fila

con cara de cansado sin saber que algo estaba a punto de cambiarle la vida lucía tomó el micrófono con las dos manos cerró los ojos pensó en su mamá pensó en la última vez que cantó frente a ella una noche antes de que la internaran por última vez no sabía por qué pero se le vino a la mente esa canción que su mamá solía cantar cuando la bañaba de chiquita la comenzó a cantar bajito al principio como si solo quisiera oírse a sí misma pero su voz fue creciendo clara afinada con fuerza no era solo una niña cantando era algo más en cuanto la nota alta
salió de su garganta todo el auditorio se cayó las risas desaparecieron brenda dejó de grabar emiliano bajó el celular kevin se quedó con la boca abierta julián sintió un golpe en el pecho la voz de Lucía lo había dejado helado no era solo hermosa era idéntica a la de Mariana su exnovia de hace más de 13 años la misma voz que había amado que había perdido que aún escuchaba en sueños algunas noches lucía terminó de cantar con los ojos llenos de lágrimas pero sin saber por qué el auditorio siguió en silencio por unos segundos luego un aplauso tímido después
otro y luego todos aplaudieron de pie algunos gritaban su nombre otros simplemente no sabían qué hacer ella bajó del escenario con el corazón latiendo como tambor no entendía nada solo sabía que algo raro estaba pasando y no solo en la escuela también dentro de ella lucía no entendía lo que acababa de pasar caminó debajada del escenario con las piernas flojas como si se le fueran a doblar en cualquier momento mientras avanzaba alcanzaba a escuchar los aplausos todavía pero ya no podía ver mucho la luz del escenario la había
dejado con la vista nublada solo sintió que alguien le tocó el hombro era su maestra que le sonrió sin decir nada por primera vez en mucho tiempo Lucía sintió que no la estaban mirando con burla sino con algo más tal vez admiración tal vez sorpresa ella no sabía volvió a su lugar se sentó rápido y bajó la cabeza apretó los puños sobre las piernas no quería levantar la mirada no quería ver las caras de nadie sentía que si alguien la veía llorar iban a decir que era una chillona pero no eran lágrimas de tristeza era algo raro una mezcla de todo alegría
nervios miedo duda sabía que algo había cambiado aunque todavía no sabía si para bien o para mal en la primera fila Julián no se movía estaba paralizado con los codos apoyados en las piernas y las manos entrelazadas no apartaba los ojos de la niña que acababa de cantar tenía el seño fruncido como si estuviera pensando en mil cosas al mismo tiempo no era un hombre fácil de impresionar había escuchado a cantantes profesionales en eventos de lujo había ido a conciertos caros pero esto no era igual esa voz no era solo buena esa voz tenía
algo algo que se le clavó en el pecho desde la primera nota intentó convencerse de que estaba exagerando que solo era una coincidencia pero no podía esa manera de alargar ciertas palabras ese tono suave al inicio y fuerte al final todo era igual a Mariana le pasaba lo mismo cuando cantaba lo miraba de frente lo hacía sentir como si el mundo entero se apagara y solo quedaran ellos dos y ahora esa niña que apenas tendría 13 años acababa de hacerle sentir exactamente lo mismo julián se recargó en su asiento pero no despegaba los ojos de ella la vio regresar a su lugar sentarse

rápido y mirar al piso nadie la abrazó nadie se paró a felicitarla estaba sola entre todos eso también lo hizo sentir raro como si viera a Mariana otra vez en aquellos años cuando vivía con sus tíos y nadie la tomaba en cuenta cada vez que pensaba en eso le venía el mismo coraje de siempre por haberla dejado por no haber hecho más un maestro subió al escenario para seguir con el evento pero el ambiente ya no era el mismo después de lo que había pasado nadie estaba tan concentrado en los bailes ni en los chistes muchos seguían mirando hacia donde estaba Lucía
algunos le lanzaban miradas con la boca medio abierta otros seguían en shock brenda la que la había metido en esto como si fuera una broma se veía incómoda tragaba saliva una y otra vez su grupo ya no se reía de hecho nadie les hablaba los videos que grabaron se quedaron en sus celulares sin ser enviados algo les decía que no era buena idea lucía levantó la vista apenas un poco y alcanzó a ver a Julián viéndola desde la primera fila no lo reconocía no sabía quién era pero se le hizo raro que la mirara así como si la conociera como si la hubiera visto
antes no era una mirada de esas que te juzgan era más profunda no supo qué hacer bajó la mirada otra vez y se abrazó las piernas con los brazos quería que ya acabara todo no estaba acostumbrada a tanta atención y mucho menos a atención buena julián pidió permiso para salir antes de que terminara el evento la directora fue quien lo acompañó a la salida caminaban por los pasillos entre globos y papeles de colores la señora le hablaba de lo orgullosos que estaban por tener alumnos tan talentosos de cómo estaban trabajando para mejorar las
oportunidades pero él no escuchaba nada solo preguntó una cosa ¿quién es esa niña que cantó ¿cómo se llama la directora sorprendida miró su lista en una carpeta que traía se llama Lucía Torres va en segundo de secundaria vive con su abuela julián se detuvo dejó de caminar torres repitió como si esa palabra le hubiera pegado directo en el pecho sí Mariana Torres era su mamá falleció hace poco por una enfermedad no sé mucho más es una historia muy triste dijo la directora bajando la voz julián sintió que se le cerraba la garganta tuvo que apoyarse en la pared sintió un
mareo fuerte como cuando uno se baja rápido de un coche después de un viaje largo mariana Mariana Torres no podía ser otra había tenido una hija con él la directora lo vio raro está bien señor Herrera él no contestó solo hizo un gesto con la cabeza y siguió caminando salió de la escuela sin decir más se subió a su camioneta negra prendió el motor y se quedó ahí sentado un rato con el aire acondicionado encendido al máximo miró su reflejo en el retrovisor se veía más viejo más cansado más confundido había ido solo a entregar un cheque pensó que sería una visita rápida
una donación más pero ahora tenía un nombre en la cabeza una voz que no se le salía del pecho y una duda tan grande que no le dejaba pensar en otra cosa lucía mientras tanto ya estaba de regreso en su salón la maestra había pedido que escribieran una carta sobre el evento pero nadie podía concentrarse todos querían saber de ella algunos se le acercaron con preguntas otros solo para decirle que cantaba bonito ella los escuchaba en silencio con una sonrisa nerviosa no estaba acostumbrada a eso no sabía si sentirse feliz o asustada lo único que sabía era que su abuela la iba a regañar por haber cantado sin

avisarle cuando sonó la campana de salida recogió sus cosas rápido y salió sin decir nada caminó las calles de terracería rumbo a casa con el sol pegándole de frente y el viento levantando polvo a su alrededor en la mochila traía una hoja arrugada con la letra de la canción que había cantado la sacó y la miró mientras caminaba la letra hablaba de perder a alguien de buscarlo en los sueños de sentirlo cerca aunque ya no esté la canción que su mamá cantaba la canción que ahora la hacía sentir que su mamá seguía con ella aunque fuera en
pedacitos pero sin saberlo alguien más también sentía eso y ese alguien ya estaba buscando respuestas julián llegó a su casa con la cabeza hecha pedazos la manejada de regreso se le fue en automático como si su cuerpo supiera el camino pero su mente anduviera lejos muy lejos cerró la puerta de su casa dejó las llaves en la mesa de entrada y se quedó parado en la sala en silencio no prendió la tele ni el estéreo ni siquiera las luces se sentó en el sillón grande ese que siempre usaba y se agarró la cara con las dos manos llevaba rato sin sentirse así como
si de repente le hubieran abierto un hueco en el pecho lucía el nombre se le repetía una y otra vez y luego Mariana el recuerdo de Mariana se le metía en la cabeza como si no hubieran pasado más de 10 años se acordaba de su sonrisa de su voz de la manera en que lo veía cuando estaban solos se acordaba de cómo cantaba cuando andaban en su coche en aquellos días donde todo parecía estar bien era su primer amor de esos que uno cree que van a durar toda la vida aunque después la vida se encargue de demostrarte otra
cosa julián se levantó como si algo lo empujara subió las escaleras a su cuarto y fue directo al closet abrió la puerta y buscó en el fondo donde guardaba una caja de cartón con polvo esa caja tenía años sin tocarse estaba medio aplastada pero seguía ahí como si lo hubiera estado esperando la puso sobre la cama y la abrió despacio como si tuviera miedo de lo que iba a encontrar dentro había fotos cartas papeles viejos algunos boletos de cine y una cadena que ella le había regalado todo eso estaba lleno de
recuerdos que le pegaron de golpe sacó una foto en la que salían los dos abrazados en una plaza ella traía un vestido blanco con flores azules él estaba más flaco con el cabello más largo y esa sonrisa tonta que ponía cada vez que estaba con ella no supo si reírse o enojarse esa foto tenía más de 13 años la miró un buen rato como si quisiera encontrar respuestas entre los pliegues del papel después sacó un sobre doblado en dos era una carta que Mariana le había dado el día en que terminaron o más bien el día que él decidió hacerle
caso a su papá y alejarse de ella recordó bien ese momento habían discutido en la puerta de su casa ella lloraba pero no le suplicó nada solo le dio esa carta y le dijo que si algún día quería saber cómo se sentía de verdad la leyera pero él nunca lo hizo no tuvo el valor hasta ahora rasgó el sobre y lo abrió la letra de Mariana seguía igual redonda firme con esas letras grandes que ella hacía cuando se enojaba o estaba nerviosa empezó a leer y conforme avanzaba el nudo en la garganta se le hacía más fuerte mariana le contaba que
estaba embarazada que no sabía si decírselo o no porque no quería obligarlo a nada le decía que lo amaba pero que ya no iba a rogarle que si él se iba ella se las iban a arreglar sola que su hija iba a nacer con o sin él mi hija decía en la carta así con todas sus letras julián sintió un golpe tan fuerte que se tuvo que sentar la carta le temblaba en las manos no podía creer lo que estaba leyendo mariana había tenido una hija una hija de los dos y nunca lo buscó nunca lo llamó nunca le pidió nada ¿por qué ¿por qué no le dijo la verdad cuando aún había tiempo de arreglarlo se
quedó sentado con la carta en el regazo mirando hacia la nada por dentro todo era un torbellino no sabía si enojarse con ella con él mismo o con el mundo entero le dolía saber que se había perdido los primeros pasos las primeras palabras las primeras canciones si Lucía era su hija él no había estado cuando más lo necesitaba y eso lo estaba matando volvió a meter la mano en la caja sacó otra carta escrita unos meses después en esa Mariana le hablaba de cómo se sentía sola pero fuerte le decía que su hija era todo para ella que la hacía cantar para que
no sintiera el silencio de la casa que tenía una vocecita dulce igual que la suya julián sintió que el corazón le latía tan fuerte que podía oírlo esa niña de la que hablaba tenía que ser Lucía no había otra explicación dejó las cartas en la cama se paró y caminó de un lado a otro del cuarto estaba agitado como si necesitara salir corriendo pero no tenía a dónde ir agarró el celular pensó en llamar a alguien pero ¿a quién no tenía a nadie con quien hablar de eso ni su mamá ni su papá ni sus amigos sabían nada de Mariana fue un secreto que él mismo enterró por
vergüenza por miedo por cobarde y ahora todo regresaba a golpearlo volvió a sentarse abrió el buscador del celular y escribió el nombre completo lucía Torres le salieron fotos del evento en la escuela unas publicaciones de la página oficial donde decían que una niña había sorprendido a todos con su voz había un video corto lo abrió y ahí estaba ella parada en el escenario con el micrófono en la mano cantando con los ojos cerrados se le hizo un nudo en la garganta otra vez esa voz esa voz era imposible de negar pausó el video en el segundo exacto donde ella levantaba un
poco la cara ahí la vio bien esa nariz esa expresión al cantar era como ver a Mariana otra vez pero también era como verse a él mismo en los ojos de una niña tenía algo de los dos no era una suposición lo sentía en el pecho era su hija se levantó de nuevo fue al baño y se echó agua en la cara se miró al espejo ¿qué iba a hacer ahora ir a buscarla decirle de golpe que era su papá y si ella lo odiaba y si ya no lo necesitaba tal vez había llegado demasiado tarde tal vez ya no tenía lugar en esa historia pero no podía quedarse con los
brazos cruzados no esta vez respiró hondo y salió del baño agarró la peana carta y la guardó en su saco bajó las escaleras se subió a su camioneta y se quedó ahí con las manos en el volante tenía que verla otra vez tenía que hablar con alguien que supiera más no iba a descansar hasta saber toda la verdad julián no fue a trabajar al día siguiente no llamó a nadie no respondió mensajes no revisó correos se quedó en Min casa caminando de un lado a otro como si esperara que algo se resolviera solo pero nada
pasaba la cabeza le daba vueltas y cada vez que intentaba distraerse el mismo nombre regresaba como un eco que no lo dejaba en paz lucía pasó la mañana mirando las cartas otra vez revisando las fotos viejas buscando cualquier señal que confirmara lo que ya empezaba a sentir con más fuerza no era solo un presentimiento era algo más no podía explicarlo bien pero lo sentía esa niña era su hija todo apuntaba a eso la edad el apellido la voz hasta la mirada lo único que no tenía era una prueba real una prueba que
le dijera que no estaba imaginando cosas por culpa del remordimiento a media tarde se metió a bañar y se cambió de ropa esta vez no iba a dejar que las dudas se le acumularan tenía que ir a la escuela otra vez hablar con alguien preguntar saber así que se subió a su camioneta y manejó hasta allá con el corazón acelerado iba repasando en su cabeza lo que iba a decir pero en realidad no tenía ningún plan solo sabía que no podía quedarse quieto al llegar pidió hablar con la directora la secretaria se sorprendió al verlo por segunda vez en la semana pero no dijo nada lo pasó a la

oficina donde la directora estaba sentada revisando unos papeles con expresión cansada cuando Pon Sintosin lo vio entrar se paró rápido señor Herrera qué gusto todo bien necesito hablar con usted pero en serio dijo él sin rodeos la directora cerró la puerta con cuidado y le ofreció asiento julián no se sentó caminó por la oficina un momento mirando diplomas en la pared fotos con generaciones pasadas reconocimientos luego se detuvo frente a ella usted me dijo que la niña que cantó se llama Lucía Torres ¿cierto sí así es
respondió la directora con una sonrisa leve pero sin confianza y que su mamá era Mariana Torres la directora asintió otra vez ¿cuándo falleció hace poco más de un mes cáncer muy agresivo la niña se quedó con la abuela una señora ya mayor julián se quedó en silencio unos segundos luego respiró hondo yo conocí a Mariana hace años fuimos pareja mucho tiempo ella me escribió una carta antes de que nos separáramos me dijo que estaba embarazada y ayer cuando escuché a Lucía cantar no fue solo la voz fue todo tiene sus gestos su forma de mirar yo no sé si
estoy loco señora pero necesito saber la verdad la directora se quedó quieta ya no sonreía bajó la vista hacia sus papeles como si de repente le costara trabajo mirar a Julián a los ojos él lo notó “usted sabe algo” dijo con firmeza no es tan fácil” respondió ella con tono serio mariana era una mujer reservada nunca hablaba mucho de su vida pero sí un día me contó que Lucía era hija de alguien importante nunca dijo tu nombre pero sí dijo que había tomado la decisión de no decir nada que no quería que su hija creciera sintiéndose rechazada por alguien que no la había buscado
yo no lo sabía” dijo Julián dando un paso hacia el escritorio “se lo juro no sabía nada ella me lo dijo en una carta que nunca leí hasta ahora si lo hubiera sabido antes hubiera estado ahí no la habría dejado sola.” La directora se cruzó de brazos se notaba que estaba dudando entre decir algo o quedarse callada “entienda algo señor Herrera mariana me hizo prometerle que no le diría nada a nadie ni a usted ni a nadie de su familia dijo que quería criar a su hija lejos de problemas lejos de esa familia
que la rechazó “mi familia la rechazó sí pero yo no” dijo Julián apretando la mandíbula yo fui un cobarde lo admito me dejé llevar y la perdí pero ahora no quiero cometer el mismo error con Lucía no estoy aquí para meterme en su vida y quitarle todo solo quiero conocerla saber si en verdad es mi hija y si lo es estar ahí la directora lo miró por fin sus ojos se notaban húmedos lucía no sabe nada mariana nunca le dijo solo la abuela lo sabe ella fue la única que estuvo desde el principio ¿puedo hablar con ella
preguntó Julián no voy a hacerle daño solo quiero acercarme no es tan fácil respondió la directora bajando la voz doña Chayo es muy protectora no confía en cualquiera y Lucía ha pasado por mucho si vas de frente a decirle que eres su papá podrías destruirla entonces ¿qué hago preguntó Julián frustrado no puedo simplemente volver a casa y seguir como si nada hubo un silencio largo la directora se paró y caminó hasta una repisa donde tenía una carpeta de archivos la abrió y sacó un folder con el nombre de Lucía escrito a mano se lo entregó aquí está su expediente

dirección edad datos básicos te los doy porque sé que tu intención no es mala pero esto no significa que tengas derecho a llegar y decirle todo julián recibió la carpeta con manos temblorosas la abrió vio la dirección el nombre de la abuela las calificaciones todo encajaba todo le gritaba que sí que era ella su hija “gracias” dijo cerrando la carpeta no voy a hacer nada impulsivo lo prometo la directora lo miró con cara seria no la decepciones ya ha tenido suficiente con lo que le ha tocado vivir julián asintió salió de la oficina
sin decir más y subió a su camioneta miró otra vez la dirección no estaba tan lejos de hecho era una colonia que conocía porque alguna vez había ayudado con donaciones por ahí pero en ese momento se sentía como si fuera otro planeta encendió el motor pero no arrancó solo se quedó ahí mirando la calle frente a él sabía que la vida acababa de dar un giro tremendo y que ahora no podía equivocarse tenía que hacer todo bien no había margen para otro error julián llegó a su casa con la carpeta apretada en una mano y el corazón latiéndole con fuerza
subió las escaleras casi sin pensar como si algo lo estuviera empujando apenas entró a su cuarto tiró el saco sobre una silla y sacó de nuevo la caja de cartón donde había guardado las cartas de Mariana se sentó en la cama con todo el cuerpo tenso y respiró hondo antes de abrirla otra vez sabía que ahí adentro había más mariana nunca fue de decir mucho en persona pero escribía como si cada palabra le saliera del alma de esas veces que te deja más callado una hoja de papel que una discusión entera julián metió la mano y sacó un
montón de sobres arrugados otros aún cerrados y algunos papeles sueltos con dibujos hechos por Lucía cuando era chiquita eso lo supo después dibujos con crayolas donde salía una niña de vestido rojo un sol enorme y la figura de una mujer con cabello largo los fue poniendo sobre la cama uno por uno hasta que vio un sobre más grueso que los demás tenía escrito en la parte de afuera no lo abras si no estás dispuesto a quedarte julián tragó saliva esa letra era de Mariana y esas palabras lo hicieron quedarse congelado
por unos segundos lo abrió adentro venían dos hojas escritas por ambos lados mariana le hablaba desde el pasado como si supiera exactamente lo que él iba a sentir al leer eso julián sé que si estás leyendo esto es porque algo te movió o porque el destino o la culpa o el amor te trajeron de vuelta no sé si para entonces yo esté viva o si tú ya hayas hecho tu vida con otra persona no sé nada solo sé que esta carta la escribo con la esperanza de que algún día entiendas por qué hice lo que hice julián la leía con los ojos
clavados como si cada línea le pegara directo en el pecho sí Lucía es tu hija lo supe desde el principio no tuve dudas el día que te fuiste tenía tantas cosas que decirte pero no podía no sabía cómo y cuando me dijiste que te ibas que no podías con la presión de tu familia entendí que no estabas listo tal vez nunca lo ibas a estar y no quería que nuestra hija creciera sintiendo que fue una carga para ti julián cerró los ojos por un segundo las palabras lo aplastaban mariana nunca lo buscó nunca pidió nada solo lo dejó ir y cargó con todo sola durante años pensé en decirte
la verdad pero luego veía a Lucía dormir tan tranquila tan feliz con lo poco que teníamos y no quise romperle ese mundo temía que si tú entrabas ibas a sacudirle todo y si después te ibas otra vez la herida iba a ser peor en la segunda hoja la letra de Mariana se veía más apretada como si estuviera escribiendo con prisa o con el corazón acelerado lo que más me duele Julián no es que te hayas ido es que no pudiste ver quién eras tú conmigo no eras el hijo del empresario no eras el heredero de nada eras solo tú el hombre que me hacía reír el que me
escuchaba cantar sin cansarse el que me prometía que íbamos a tener una casa con jardín pero entiendo que tenías miedo yo también lo tuve pero tuve que seguir adelante lucía no sabe quién eres no le hablé mal de ti pero tampoco bien no le hablé quise que fuera una niña libre sin preguntas aunque sé que un día las va a hacer y espero que ese día tenga las respuestas correctas julián terminó de leer la carta y no supo qué hacer la dejó sobre la cama se paró caminó hasta la ventana y se quedó viendo el cielo sin ver nada en realidad el estómago lo tenía
revuelto esa mujer lo había amado más de lo que él pensaba y no solo eso lo había protegido incluso después de que él la dejara volvió a sentarse agarró otro sobre era más reciente decía para Lucía cuando cumpla 15 no lo abrió no era suyo pero lo sostuvo en las manos con respeto supo que en ese papel había otra parte de la verdad algo que su hija descubriría en algún momento porque sí ya no lo dudaba esa niña era su hija y ahora todo lo que sentía era una mezcla rara de culpa amor miedo y ganas de recuperarlo todo se quedó viendo la caja dentro también había un portarretrato envuelto

en periódico viejo lo abrió y vio una foto que nunca había visto mariana ya mayor con una niña de unos 5 años sentada en sus piernas las dos sonrientes la niña tenía el cabello suelto largo igual que el de Mariana cuando era joven esa niña era Lucía y esa foto lo hizo sentir que se le partía el alma pensó en todos esos años que se perdió no estuvo cuando aprendió a caminar no estuvo en sus cumpleaños no supo cuando se enfermó cuando tuvo miedo por primera vez cuando necesitó una mano no estuvo en nada y sin embargo
ella estaba ahí entera cantando frente a todos fuerte valiente con esa voz que venía del alma julián guardó las cartas con cuidado cerró la caja y la dejó sobre la cama luego fue por su celular buscó el número de la escuela marcó y pidió hablar con la directora otra vez no le importaba que ya hubiera ido ese mismo día necesitaba más cuando le pasaron la llamada fue directo “necesito ver a la señora Chayo” dijo la abuela de Lucía no le voy a decir que soy el papá solo quiero conocerla por favor ayúdeme la directora guardó silencio por un
momento luego le dijo que pensaría cómo arreglar algo que le daría noticias al día siguiente julián colgó se dejó caer en el sillón y cerró los ojos sabía que estaba caminando por una cuerda floja cualquier movimiento en falso y todo se caía pero esta vez no se iba a echar para atrás iba a hacer las cosas bien iba a empezar por el principio con ella con la mujer que había criado a su hija cuando él no estuvo doña Chayo el día en que Julián rompió con Mariana el cielo estaba gris no llovía pero el aire tenía ese olor a tormenta que lo ponía nervioso desde niño era
sábado y estaban sentados en el coche de él estacionado frente a la casa donde Mariana vivía con sus tíos llevaban rato sin hablar julián miraba el volante Mariana miraba por la ventana no se tocaban no se sonreían no había bromas ni esa complicidad de siempre había distancia silencio frío aunque no hiciera tanto frío ¿y qué te dijeron ahora preguntó Mariana sin voltear a verlo que no quieren que me siga viendo contigo contestó Julián bajito como si le diera vergüenza decirlo ¿y tú qué quieres la pregunta se le clavó
quería decirle que él sí quería seguir con ella que no le importaba lo que dijeran sus papás que le valía el apellido el dinero la empresa todo pero no dijo nada solo se quedó ahí apretando el volante sintiendo que el pecho le ardía por dentro no sé soltó después de unos segundos mariana lo miró por fin tenía los ojos rojos pero secos estaba dolida pero firme entonces no digas más le dijo con la voz tranquila pero seria ya entendí julián intentó abrir la boca pero no le salieron las palabras ella sacó una hoja doblada del bolso y se la puso en la pierna léela cuando estés
listo o no la leas nunca da igual abrió la puerta del coche y se bajó sin decirle adiós julián la vio entrar a su casa y cerrar la puerta se quedó ahí sentado sintiendo que algo se le había roto pero sin saber cómo arreglarlo no encendió el coche no se fue solo se quedó mirando la hoja que tenía en la mano como si esa fuera la última parte de ella que le quedaba ese fue el día que la perdió ahora tantos años después Julián estaba sentado en el sillón de su casa recordando ese momento como si acabara de pasar se acordaba de todo del ruido
del motor apagado del sonido de sus pasos alejándose del olor a tierra húmeda y de la carta que no leyó hasta ahora la promesa rota no fue la que le hizo a Mariana fue la que se hizo a sí mismo él se había prometido que nunca iba a ser como su papá frío distante más preocupado por el que dirán que por su propia familia pero al final había terminado haciendo lo mismo se había dejado manejar por el miedo por la presión y había dejado ir al amor de su vida mariana no fue un amor cualquiera no fue una novia más fue su todo la conoció en la prepa cuando ella llegó becada y
todos la miraban con cara de “¿Qué hace aquí?” Pero él no a él le llamó la atención desde el primer día tenía esa manera de hablar directa de reírse sin pena de caminar con paso firme aunque todo el mundo la criticara y su voz la primera vez que la oyó cantar fue en un ensayo del festival de talentos se quedó como tonto viéndola sin poder moverse empezaron a salir escondidas él la llevaba a lugares donde nadie los conociera se reían de eso de las reglas que se inventaban los adultos para separar a la gente pero mientras más se enamoraban más difícil se volvía todo cuando su

papá se enteró explotó le dijo que era una cualquiera que lo iba a hundir que si no la dejaba lo sacaba de la casa le quitaba el coche la mensualidad todo y él en vez de pelear se acobardó se tragó las palabras se tragó el amor y la dejó ahora lo entendía todo cada silencio de Mariana cada mirada triste que no supo leer cada distancia que ella puso para protegerse lo había hecho sola había tenido a Lucía la había criado y nunca le pidió nada ni una llamada ni una moneda nada ¿cómo no verla como una mujer fuerte como una madre que lo dio todo julián se
paró de golpe caminó hasta su escritorio y sacó una libreta empezó a escribir no sabía por qué tal vez para organizar las ideas tal vez para decirle algo a Mariana aunque ya no estuviera o tal vez para no volverse loco escribió perdón por todo por irme por callarme por no pelear por ti luego dejó la pluma cerró la libreta y respiró hondo el teléfono sonó era la directora le hablaba para decirle que había hablado con la señora Chayo la abuela de Lucía no le dio muchos detalles solo que no fue fácil convencerla pero que aceptó tener una breve charla nada más una
conversación corta sin promesas sin explicaciones solo conocerlo “puede pasar a su casa mañana por la tarde” le dijo la directora “pero no diga nada a Lucía aún ella no sabe nada.” Julián colgó y se quedó mirando la pantalla del celular le sudaban las manos sentía miedo de que lo rechazaran de que le dijeran que ya era tarde pero también sentía algo más fuerte una necesidad tremenda de no volver a fallar miró la hora eran casi las 6 fue a su armario sacó una caja con documentos y buscó algo un anillo uno de
plata sencillo con un grabado por dentro lo había mandado hacer para Mariana cuando pensó que se iban a ir a vivir juntos nunca se lo dio nunca se atrevió lo tuvo guardado todo ese tiempo como si algún día fuera a tener sentido se lo guardó en el bolsillo del pantalón y se dejó caer otra vez en el sillón se quedó viendo el techo con los ojos abiertos esa noche no durmió solo pensó en Mariana en Lucía en lo que iba a decir cuando se sentara frente a la señora que había hecho lo que él no pudo tenía miedo sí pero también estaba
decidido era ahora o nunca la directora Romero no sabía en qué momento todo se le había complicado al principio la visita del señor Julián Herrera parecía cosa de rutina un empresario más que iba a donar unas computadoras viejas tomarse la foto con el letrero de la escuela y desaparecer pero ahora se sentía como si cargara un secreto que no le tocaba una bomba en las manos había pasado toda la noche dándole vueltas a lo que Julián le contó que Mariana fue su ex que nunca supo que tuvo una hija que ahora estaba seguro de
que Lucía era suya y no podía sacarse de la cabeza esa cara que él traía cuando se fue estaba destrozado pero no por lástima sino por algo más profundo culpa amor desesperación romero se quedó en la cama mirando el techo pensando si había hecho bien en darle el expediente era la directora de una escuela pública en 1900 en una zona olvidada no una jueza de familia ¿qué iba a saber ella de esas cosas pero lo que más le daba vueltas no era lo legal sino lo humano lo que Mariana le pidió antes de morir mariana no era cualquier mamá de
esas que se quejan por todo o que llegan gritando a la dirección era tranquila respetuosa hablaba bajito pero con firmeza desde el primer día en que inscribió a Lucía Romero notó que había algo especial en ella la forma en que miraba a su hija como si fuera su mundo entero nunca pedía favores nunca exigía nada cuando supo que tenía cáncer Romero fue de las pocas personas que se enteraron mariana no quiso que nadie más supiera ni siquiera lucía hasta que ya no hubo forma de ocultarlo una semana antes de morir
Mariana le pidió a Romero que la viera a solas se sentaron en la banca del patio cuando ya no había alumnos mariana ya se veía muy débil la piel pálida los ojos tristes pero aún con esa manera de hablar que te hacía escucharla sin parpadear no quiero que le digan a Lucía quién fue su papá” le dijo de frente no quiero que crezca con preguntas que no tienen respuesta romero sintió una presión en el pecho como si le hubieran puesto un costal encima le prometió que no lo haría y Mariana la miró con alivio esa mirada se le quedó grabada
desde entonces ahora estaba atrapada entre esa promesa y la verdad y la porque el tal Julián no era un cualquiera era el papá y no parecía tener malas intenciones pero si decía algo sin cuidado podía romper a Lucía una niña que ya había perdido demasiado esa mañana Romero se puso el saco con prisa y salió rumbo a la escuela con la cabeza llena de ideas apenas llegó saludó por compromiso y se encerró en su oficina no quería ver a nadie pero sabía que tenía que hacer algo lo primero fue llamar a doña Chayo la abuela de Lucía esa señora sí que imponía de esas mujeres que no necesitan levantar la voz
para hacerte temblar bueno contestó Chayo con ese tono seco de siempre soy la directora Romero disculpe que la moleste es por algo delicado chayo no respondió de inmediato esperó a que la directora hablara quisiera verla en persona hoy mismo si se puede es sobre Lucía y su papá del otro lado hubo un silencio pesado luego Chayo soltó una sola palabra venga romero colgó con el corazón acelerado se agarró el bolso avisó que saldría y tomó el coche en el camino los nervios no la dejaban en paz sabía que se estaba metiendo en un terreno complicado pero
ya no podía echarse para atrás había una verdad que necesitaba salir y esa verdad tenía que pasar primero por la abuela al llegar a la colonia tuvo que dejar el coche unas calles antes el pavimento se acababa y el camino era de tierra y piedras caminó hasta la casa de Chayo una construcción pequeña con rejas oxidadas y plantas en botes de pintura tocó la puerta y esperó chayo abrió con su delantal puesto y los ojos entrecerrados por el sol “pásele” dijo sin más entraron adentro olía a café recién hecho y a frijoles todo limpio sencillo con fotos viejas en las paredes

se sentaron en la mesa romero respiró hondo antes de empezar tengo que contarle algo pero necesito que me escuche completa antes de enojarse o sacar conclusiones chayo cruzó los brazos y asintió romero le contó todo que Julián había ido a la escuela que escuchó a Lucía cantar que la reconoció que leyó una carta que no sabía nada pero ahora estaba seguro de que era su hija chayo no dijo ni una palabra solo apretaba la mandíbula y movía la pierna como si no pudiera estarse quieta cuando Romero terminó Chayo habló por fin ese hombre
la dejó a mi Mariana la dejó sola con una panza y mil preguntas la hizo sufrir ahora sí quiere aparecer romero bajó la mirada dice que no lo supo que Mariana se lo dijo en una carta que él no leyó hasta hace poco ¿y tú le crees preguntó Chayo seca no sé si creerle o no pero sí vi como la miró vi cómo salió temblando de la escuela no es un mentiroso al menos eso no parece chayo se paró fue a la estufa y sirvió dos tazas de café le pasó una a Romero y se sentó otra vez lucía no sabe nada mariana no le dijo ni siquiera preguntaba solo decía que su
papá había sido un buen hombre pero que se fue yo le inventé cosas para que no sufriera le dije que tal vez estaba en otro país que algún día tal vez volvería pero se cansó de preguntar julián no quiere decirle de golpe solo quiere conocerla verla tal vez hablar contigo primero saber cómo está chayo apretó la taza con fuerza sus manos arrugadas temblaban un poco se le veía el nudo en la garganta la neta no sé si quiero que la vea no sé si es bueno o malo pero tampoco puedo esconderle la verdad para siempre no quiere quitarle nada dijo Romero solo quiere conocerla
chayo cerró los ojos por un momento luego asintió muy despacio está bien que venga mañana pero solo él y usted lucía no va a estar está en clases de apoyo a esa hora romero soltó el aire no sabía que lo había estado conteniendo asintió con respeto y se puso de pie gracias en serio esto no quiere decir que le voy a abrir la puerta advirtió chayo no más voy a escucharlo y si no me convence no quiero que se le acerque a mi nieta ni un paso romero entendió se despidió salió de la casa y caminó de regreso sintiendo que había dado un paso
grande no sabía si bueno o malo pero sí importante ahora el siguiente paso era decírselo a Julián julián llegó 10 minutos antes siempre era puntual pero esta vez no era por costumbre era por nervios por respeto por miedo también se estacionó unas calles antes bajó de la camioneta y caminó despacio tenía la carpeta de Lucía doblada dentro del saco aunque ya se la sabía de memoria nombre edad dirección notas todo pero lo traía por si acaso por si la abuela le preguntaba algo y necesitaba mostrarle que hablaba en serio llegó a la casa de
doña Chayo justo cuando el sol estaba alto y pegaba con fuerza la reja estaba entreabierta tocó la puerta nada volvió a tocar escuchó pasos por dentro la puerta se abrió pásele” dijo Chayo sin más sin sonreír sin mirarlo directamente julián entró olía a jabón a cebolla recién cortada y a esas casas donde cada objeto tiene su historia la señora lo guió hasta la mesa de la cocina era bajita de mirada dura con un moño mal hecho y delantal con manchas de guisado se sentó frente a él lo miró como quien examina si un cuchillo está bien afilado o no ¿quiere
café sí gracias respondió Julián con voz baja chayo se paró sirvió en dos tazas viejas y volvió a sentarse le pasó una julián la sostuvo con las dos manos como si necesitara algo caliente para no temblar “a ver” dijo ella directo “¿qué es lo que quiere?” “Conocerla.
” contestó él sin rodeos “conocer a Lucía saber cómo está estar cerca me deja chayo lo miró por fin fijo sin pestañear ¿y por qué ahora ¿por qué justo cuando ya se murió Mariana ¿no será que se quiere limpiar la conciencia tal vez sí dijo Julián sincero pero no por eso voy a dejar de intentarlo no sabía que Mariana estaba embarazada me lo dijo en una carta pero nunca la leí fui un tonto me fui porque me dio miedo enfrentar a mi papá a su rechazo y ella me dejó ir nunca me buscó pero eso no significa que no me duela chayo apretó los labios no dijo nada solo asintió
despacio como si confirmara algo la crié yo dijo al fin desde que nació mariana trabajaba en lo que fuera a veces cantaba en bares a veces limpiaba casas lucía nunca pidió nada nunca preguntó mucho es buena niña muy buena y no quiero que nadie venga a revolverle la cabeza no vengo a quitarle nada respondió Julián ni a usted ni a ella solo quiero conocerla tal vez hacer algo por ella ¿qué clase de algo preguntó Chayo desconfiada julián se metió la mano en el saco sacó un folder pequeño y lo abrió dentro venía una hoja con el logo de una escuela particular en
la ciudad se la pasó es una escuela de música una de las mejores del estado tiene becas para alumnos con talento ayer hablé con el director vio el video de Lucía me dijo que estaría dispuesto a evaluarla si pasa la audición puede entrar cada chayo lo miró como si acabara de decirle que quería llevarse a su nieta a otro planeta y si no le gusta ¿y si no quiere preguntó no es obligación dijo Julián es una opción nada más pero merece saber que existe que su voz puede llevarla lejos chayo guardó silencio un buen rato luego se recargó en el respaldo de la silla
lucía nunca ha salido de aquí no sabe lo que hay más allá del cerro ni siquiera conoce el centro bien ¿y usted cree que va a poder con una escuela así yo también crecí con miedo dijo Julián pero cuando te dan una oportunidad de verdad algo cambia no la quiero empujar solo ofrecerle algo que Mariana habría querido para ella chayo bajó la mirada jugaba con una servilleta entre las manos la rompía en pedacitos sin darse cuenta mariana cantaba todas las noches” murmuró cuando Lucía era bebé se quedaban dormidas juntas con una canción
bajita decía que si un día ella ya no estaba quería que su hija siguiera cantando que esa fuera su manera de vivir julián tragó saliva no sabía qué decir chayo lo miró con los ojos húmedos pero sin llorar está bien dijo puede hablar con ella pero no le diga todavía que es su papá no le suelte eso de golpe primero conozca su forma de ser y si ella se siente cómoda entonces ya veremos gracias dijo Julián sin poder disimular el temblor en la voz gracias de verdad no me dé las gracias todavía respondió Chayo seca otra vez todavía no le doy
permiso de meterse en su vida esto es a prueba si algo no me gusta se acabó julián asintió entiendo y otra cosa agregó ella si va a estar en su vida esté de verdad no solo en cumpleaños ni en fotos lucía no necesita otro adorno en la casa necesita alguien que aguante lo haré dijo Julián firme me voy a quedar no me voy a rajar chayo se paró tomó las tazas vacías y las llevó al fregadero luego regresó y lo miró con el seño fruncido entonces venga pasado mañana después de clases yo le diré a Lucía que un señor quiere hablar con ella por lo de la canción así le damos entrada usted

sabrá qué decir ¿de acuerdo y hágalo bien porque si me la hace llorar se me va a olvidar que soy cristiana julián sonríó por primera vez en días chayo también pero solo con la mitad de la boca salió de la casa con el corazón agitado no sabía si estaba entrando a un terreno firme o a un campo minado pero al menos ya estaba caminando y con eso bastaba el primer día de Lucía en la nueva escuela fue un torbellino de cosas que no entendía nunca había estado en un lugar así desde la entrada todo era diferente el edificio con vidrios enormes los salones con aire acondicionado los pasillos sin basura
los pisos que brillaban como espejo se sentía en otro mundo no sabía si caminar rápido despacio o quedarse quieta llegó con su mochila colgada de un solo hombro una libreta nueva y su voz temblando por dentro a su lado iba Chayo seria callada pero con la mirada atenta julián las alcanzó en la entrada vestido con una camisa clara sin saco esta vez con cara de que quería sonreír pero no se atrevía del todo “hola Lucía” le dijo él “bienvenida.” Ella solo asintió sin entender por qué ese señor la trataba tan amable la directora ya le había
dicho que era el donador alguien que apoyaba a la escuela y que había recomendado que hiciera la audición eso era todo lo que sabía y Lucía no preguntaba más ya tenía suficiente con entender por qué estaba ahí la llevaron al aula de canto donde un maestro de lentes redondos y acento del norte la recibió con una sonrisa tú debes ser Lucía ya escuché tu video tienes mucho por dar niña le dijo mientras le señalaba su lugar en el salón Lucía miró alrededor alumnos bien vestidos algunos con zapatos brillantes otros con audífonos grandes colgados en el cuello
nadie la conocía nadie la saludaba se sentó en silencio mirando todo con ojos grandes y ahí en la tercera fila estaba ella Regina de inmediato notó que esa niña no solo era bonita sino que tenía cara de saberlo el cabello largo lacio amarrado en una coleta perfecta uñas pintadas de rojo oscuro celular caro en la mano la postura de alguien que ya se sentía dueña del lugar y lo era en esa escuela todos sabían quién era Regina la hija del director la que siempre estaba al frente en cada concierto la que ganaba todos los concursos la que tenía su lugar asegurado regina la miró desde

su lugar la escaneó de pies a cabeza y se rió por lo bajo mientras le mostraba algo a su amiga una chava alta que traía chamarra de mezclilla lucía se hizo la que no veía miró al frente y respiró hondo pero ya sentía que algo venía la clase comenzó y el maestro pidió que hicieran una ronda de ejercicios de voz uno por uno se paraban y hacían escalas calentaban cantaban breves frases cuando le tocó a Lucía el salón quedó en silencio no era que cantara fuerte era como lo hacía casi sin esfuerzo con un tono limpio suave pero que llenaba todo hasta el maestro
se quedó quieto cuando terminó hubo un par de segundos donde nadie dijo nada “muy bien Lucía” dijo por fin el maestro anotando algo en su libreta muy bien regina no aplaudió ni sonríó solo la miró con esa cara de Ya veremos al salir de mí no siento este clases mientras Lucía buscaba su camino al comedor Regina se le acercó oye tú le dijo “¿De dónde vienes?” Lucía dudó de la secundaria Juárez en San Vicente “¡ah) la de los techos de lámina no?” preguntó con tono burlón lucía no dijo nada ¿y cómo llegaste aquí
¿quién te metió porque eso de la beca suena bonito pero aquí no aceptan a cualquiera yo canté me escucharon y me ofrecieron venir dijo Lucía bajito regina dio una risa falsa pues canta bonito sí pero eso no alcanza aquí se trata de más que cantar es saber estar saber competir tener presencia no solo voz de pueblo lucía la miró con el ceño fruncido quiso contestar algo pero se aguantó recordó lo que siempre le decía a su abuela el que ladra no muerde pero a veces sí molesta esa noche al volver a casa no dijo mucho chayo le preguntó cómo le
había ido y Lucía solo respondió bien diferente pero no mencionó a Regina no quería parecer débil no quería que pensaran que ya no podía con eso julián la llamó por teléfono más tarde ¿todo bien en la escuela preguntó sí es rara pero está bien ¿te sentiste cómoda más o menos hay muchas cosas nuevas julián notó que algo no sonaba del todo bien pero no insistió sabía que no podía forzarla solo podía estar ahí aunque fuera desde la distancia los días siguientes fueron iguales clases ensayos máscaras nuevas y
Regina siempre cerca siempre encontrando la manera de hacerla sentir fuera de lugar un día le escondió el cuaderno de solfeo otro le cambió las partituras nadie la acusaba porque nadie se atrevía y Lucía aunque se daba cuenta no decía nada no quería líos no quería que la sacaran pero no todo era malo uno de los maestros el profe Marcos empezó a notarla le gustaba como Lucía ponía atención cómo se esforzaba un día después de clase la detuvo oye tú tienes algo que no todos tienen y no hablo de voz hablo de hambre de ganas lucía lo miró con extrañeza ganas sí tú
no vienes a mostrar lo que sabes vienes a aprender y eso se nota no dejes que nadie te haga sentir que no mereces estar aquí lucía no sabía qué decir solo asintió esa tarde al llegar a casa sacó su libreta y escribió una frase que no quería olvidar no tengo lo que ellas tienen pero tengo lo que yo soy y eso por ahora le bastaba lucía empezó a llegar más temprano a la escuela le gustaba cruzar sola los pasillos antes de que se llenaran de voces mochilas tiradas y pasos apresurados había algo en ese silencio que le daba calma se paraba frente al
aula de canto se sentaba en una banca de madera que estaba junto a la ventana y sacaba su libreta escribía frases ideas de canciones o dibujaba a veces ni sabía qué estaba escribiendo pero lo hacía como si eso la ayudara a soltar todo lo que no decía el profesor Marcos la veía desde lejos a veces la saludaba con un gesto otra solo se quedaba observando cómo pasaba las hojas una por una con esa cara de concentración que no muchos adolescentes tenían era el primero en llegar también siempre con su termo de café en una mano y una carpeta azul bajo el brazo ese profesor tenía

una mirada clara como de alguien que ya había vivido cosas fuertes pero que no lo andaba presumiendo llevaba años enseñando música pero no cualquiera él se fijaba en los detalles y Lucía se había convertido en uno de esos detalles que no podía ignorar en clase Lucía no era la que más hablaba no era la que levantaba la mano primero ni la que gritaba para hacerse notar pero cuando le tocaba cantar o hacer algún ejercicio lo hacía como si solo existiera ella y la música cerraba los ojos respiraba hondo y cantaba no siempre perfecto no siempre igual pero
con algo que hacía que todos se quedaran callados era como si sus notas no vinieran solo de la garganta sino de otro lado como si su historia saliera completa en cada palabra regina lo notó también y eso la molestaba mucho porque estaba acostumbrada a hacer el centro a que los profesores la señalaran como ejemplo a que sus compañeros la aplaudieran sin pensar pero ahora cuando Lucía cantaba hasta el profe Marcos se quedaba en silencio más de lo normal no la felicitaba exagerado pero anotaba cosas le hacía preguntas más profundas la corregía con interés y eso para Regina era como una alarma sonando todo
el tiempo una tarde después de una clase de técnica vocal Marcos pidió que Lucía se quedara un momento ella se puso nerviosa al instante pensó que había hecho algo mal pero él la tranquilizó de inmediato todo bien solo quiero hablar contigo un momento dijo mientras cerraba la carpeta lucía se acercó despacio él se sentó en una silla y le ofreció otra frente a él he estado escuchándote estas semanas no solo cantas bien hay algo en tu forma de interpretar que no se aprende eso se tiene o no se tiene lucía se quedó callada no sabía si eso era bueno o malo
marcos lo notó y le sonrió leve pero también noto que te estás guardando cosas como si tuvieras miedo de soltarte ¿te pasa algo ella dudó en contestar jugó con los dedos bajó la mirada no sé si pertenezco aquí dijo por fin todos vienen de lugares diferentes hablan de viajes de cursos de cosas que yo ni entiendo yo vengo de una secundaria donde el piano más nuevo tenía tres teclas chuecas marcos soltó una risa suave eso no importa aquí no se trata de dónde vienes se trata de lo que haces con lo que traes pero hay gente que me
hace sentir que no merezco estar aquí regina preguntó directo lucía no contestó pero su cara lo dijo todo mira siguió Marcos regina tiene talento eso es cierto pero también tiene un lugar muy cómodo tú estás luchando por ganártelo y eso vale el triple lucía lo miró con más atención y si no soy suficiente entonces lo serás lo que no sepas lo vas a aprender lo que te falte lo vas a trabajar pero si tienes ganas de verdad no hay quien te frene yo estoy dispuesto a ayudarte lucía no lo podía creer alguien un maestro de verdad estaba dispuesto a
apoyarla sin pedirle nada a cambio solo por cómo cantaba por cómo se esforzaba no por lástima no por compasión sino por ver algo real en ella ¿de verdad cree que puedo lograr algo no lo creo lo sé a partir de ese día todo cambió el profesor Marcos la empezó a invitar a ensayos extra por las tardes le enseñaba técnicas para cuidar la voz le pasaba ejercicios para entrenar el oído y le hablaba de artistas que ella nunca había escuchado le prestó discos partituras videos lucía se quedaba hasta tarde en la escuela repasando aprendiendo no porque la obligaran sino porque quería

de verdad quería algunos compañeros empezaron a notarlo incluso los que al principio la ignoraban ahora le pedían ayuda para algunas tareas o le hacían preguntas regina también lo notó y cada día se le notaba más la incomodidad una tarde cuando salían del salón Regina se acercó a Lucía oye ¿te crees mucho solo porque el profe te presta atención lucía no se detuvo no me creo nada pues parece pero cuidado aquí la gente sube rápido y también cae igual lucía la miró a los ojos yo no vine a competir contigo entonces ¿a qué viniste a
cantar regina la miró con una mezcla de desprecio y rabia pero no dijo más se dio media vuelta y se fue caminando como si el pasillo fuera suyo lucía respiró hondo no era fácil no todos los días eran buenos pero había algo en su pecho que no se sentía antes confianza una chispa una sensación de que por primera vez alguien la veía no como la niña de barrio no como la huérfana no como la becada sino como lo que realmente era una cantante y eso eso apenas empezaba eran casi las 8 de la noche cuando Lucía llegó a casa venía cansada
con los pies adoloridos y la garganta reseca pero también con esa energía rara que le salía cada vez que salía bien de clase había logrado una nota alta que llevaba días practicando y el profesor Marcos hasta la había hecho repetirla frente al grupo eso le dio un subidón de confianza que no sabía que necesitaba pero todo eso se borró en segundos cuando empujó la puerta de la casa y escuchó un golpe seco en la cocina lucía dejó la mochila en el suelo y corrió a gritó al ver la escena doña Chayo estaba tirada junto al fregadero con el mandil mal puesto y la pierna torcida de una forma que no se veía bien

tenía los ojos abiertos pero con la cara blanca como hoja jadeaba “me caí mija.” dijo apenas con un hilo de voz lucía se agachó sin saber qué hacer quiso levantarla pero la abuela soltó un quejido tan fuerte que la hizo retroceder “no te muevas no te muevas ahorita vuelvo” dijo con la voz quebrada salió corriendo a la casa de la vecina doña Teófila que tenía un teléfono fijo porque el de Lucía estaba sin saldo la vecina marcó a emergencias y en lo que llegaba la ambulancia regresaron las dos con una cobija para cubrir a la
señora Chayo apenas podía hablar decía que había resbalado con agua jabonosa y que algo tronó en su cadera lucía no dejaba de llorar temblaba no sabía qué hacer no tenía idea de si la iban a atender cuánto iba a costar si podía subir sola a la ambulancia o si debía ir atrás todo era un caos cuando los paramédicos llegaron hicieron preguntas rápidas levantaron a Chayo con cuidado y confirmaron lo que ya se temían posible fractura iban a llevarla al hospital general y a Lucía se le cerró el mundo ¿y puedo ir con ella
preguntó con los ojos rojos claro súbete le dijo uno de los paramédicos la vecina le alcanzó una chamarra y la mochila lucía la abrazó fuerte antes de subir voy a avisar a tu director sí le dijo doña Teófila preocupada lucía solo asintió el camino en la ambulancia se le hizo eterno iba sentada junto a su abuela agarrándole la mano como podía mientras la señora se quejaba bajito la ciudad de noche le parecía más oscura de lo normal cuando llegaron al hospital la pasaron directo a Rayos X y a Lucía la hicieron esperar en una banca fría sola entre
gente que entraba y salía no tenía a quién llamar no tenía cómo pagar no tenía cabeza para pensar nada a las 11 de la noche el doctor salió con cara seria tiene fractura de cadera vamos a necesitar operarla no es grave pero sí es delicado por su edad necesitamos que firme un familiar responsable lucía lo miró como si le hablara en otro idioma no tengo a nadie respondió en voz baja solo estoy yo el doctor la miró con pena le explicó que entonces iban a pasar el caso al área de trabajo social y que mientras tanto su abuela quedaría internada con
una faja y analgésicos lucía lo escuchaba pero no entendía nada lo único que quería era ver a su abuela tocarle la cara decirle que todo iba a estar bien aunque no tuviera idea de cómo le dieron permiso de entrar 5 minutos cuando la vio acostada con el suero en la mano y los ojos entrecerrados sintió que se le partía el pecho “estoy bien mi niña solo fue un mal paso” murmuró Chayo con voz apenas audible lucía la abrazó con cuidado le temblaba la barbilla no me dejes sola por favor nunca respondió Chayo con una sonrisa débil al salir Lucía se sentó en la
misma banca de antes tenía frío hambre y un dolor en el estómago que no sabía si era por miedo o por cansancio se quedó ahí mirando el piso sin saber qué hacer fue entonces cuando alguien se paró frente a ella lucía ella levantó la cara era Julián vestía con ropa casual pero bien puesta y traía en la mano un café caliente le ofreció uno a ella sin decir más lucía lo agarró sorprendida ¿qué hace aquí la directora me avisó también una vecina llamó a la escuela me preocupé ella lo miró desconfiada no tenía a quien llamar ya
no estás sola dijo él sin mirarla directamente lucía no supo que contestar bajó la vista y agarró el café con fuerza la van a operar dijo bajito pero no sé si tengan dinero no sé qué va a pasar julián asintió yo me encargo ya hablé con el hospital lo que necesite tu abuela lo va a tener lucía levantó la vista confundida ¿por qué haría eso por mí julián tragó saliva quiso decirle todo en ese momento pero se contuvo porque tienes talento y porque eres importante para la escuela y para mí lucía no entendía pero algo en su mirada le decía
que no mentía gracias” dijo en voz baja “mañana te llevo ropa comida lo que necesites solo avísame aquí voy a estar pendiente.” Lucía asintió sin hablar más julián se quedó con ella hasta que se quedó dormida sentada en la banca la tapó con su chamarra llamó a una enfermera y pidió que la dejaran descansar en una camilla cerca de la sala de espera esa noche Julián entendió que ya no era tiempo de dudas era momento de estar ahí aunque ella no supiera toda la verdad él ya no podía alejarse y no lo haría lucía faltó tres días a la escuela
tres días completos donde no tocó una nota no leyó una partitura y no supo nada del salón los maestros o los compañeros solo pensaba en su abuela en el hospital en los papeles que no entendía en los trámites en el miedo dormía mal comía menos y casi no hablaba julián seguía ayudándola le llevaba comida ropa limpia la llevaba y traía del hospital pero ella seguía sin saber por qué él hacía todo eso sin pedirle nada mientras tanto en la escuela Regina estaba en su mejor momento sin Lucía ahí las clases eran otra vez como antes todos atentos a ella
el maestro sin otra favorita su lugar intacto pero lo que más le ardía lo que más le molestaba no era que Lucía cantara bien sino que le hubieran dado atención respeto y hasta amistad sin tener apellidos importantes sin ropa de marca ni conexiones eso para ella era imperdonable es que no entiendo le decía a su amiga Paulina en el recreo cómo una niña que viene de quién sabe dónde tiene más privilegios que yo tal vez porque canta mejor le soltó Paulina sin pensar regina la miró con ojos de hielo ¿qué dijiste nada se corrigió rápido solo que
la voz sí la tiene pero tú tienes más técnica y experiencia eso vale más no Regina no contestó se quedó callada pensando ese mismo día el profesor Marcos anunció que habría una presentación interna la semana siguiente una especie de audición general cada alumno debía grabar un video con una canción original libre el video se subiría a la plataforma interna y los profesores iban a evaluar el mejor video será enviado como representante de la escuela al concurso nacional de talentos estudiantiles explicó
Marcos así que denlo mejor regina alzó la mano de inmediato y si un alumno no manda su video queda fuera sí respondió Marcos si no entregan a tiempo no participan ni modo regina sonrió para ella misma esa tarde cuando terminó la clase fue al laboratorio de computación y se sentó en una esquina sacó su celular sus audífonos y empezó a revisar la cuenta de Lucía en la plataforma cada alumno tenía una encontró su acceso fácil ella había visto antes como Lucía ponía su contraseña simple con el nombre de su
mamá y un número en segundos ya estaba dentro revisó las grabaciones ahí estaba un video que Lucía había empezado a preparar antes de faltar un ensayo con la canción que iba a presentar todavía sin editar pero claramente bueno muy bueno reginalo descargó lo abrió en un programa de edición y empezó a jugar con él le bajó el volumen en partes le subió el eco en otras movió el audio hasta que parecía que Lucía se equivocaba que desafinaba que perdía el ritmo luego lo volvió a guardar con el mismo nombre y
lo dejó ahí listo para que se subiera automáticamente al día siguiente Marcos y otros profesores empezaron a revisar los videos cuando llegaron al de Lucía lo abrieron y se quedaron en silencio no era la misma niña que habían escuchado en el salón algo andaba mal se oía desordenado fuera de tono mal armado ¿y esto qué es preguntó uno ¿será que lo mandó a medias dijo otro marcos frunció el ceño algo no le cuadraba lucía no mandaría algo así ni siquiera enferma anotó su nombre en una hoja con dudas pero no la eliminó iban a esperar a que regresara para preguntar el rumor no

tardó algunos compañeros vieron el video lo compartieron en chats internos se burlaron y esa es la niña estrella parece que canta bajo el agua qué pena ajena hasta Paulina la amiga de Regina empezó a dudar y si de verdad lo mandó así Regina se hizo la sorprendida ¿quién sabe tal vez se dio cuenta que no era tan buena cuando Lucía volvió lo primero que hizo fue saludar con una sonrisa cansada venía ojerosa más flaca pero con la misma forma de hablar sencilla los profesores la recibieron bien marcos se le acercó al final de la clase lucía todo bien con tu
abuela ya la operaron está estable aún internada ¿y tú preguntó él con sinceridad estoy tratando de seguir me cuesta pero quiero seguir marcos asintió dudó un segundo y luego preguntó “¿Tú subiste el video para la evaluación?” Lucía abrió los ojos “no todavía no lo dejé en borrador ni siquiera estaba terminado.

” Marcos se le quedó viendo el corazón le empezó a latir más rápido esa respuesta confirmaba lo que sospechaba necesito que vengas al laboratorio conmigo ahora la llevó directo a la computadora entraron a su cuenta y vieron que el video ya estaba publicado lucía se tapó la boca con la mano no este no es el final yo no lo mandé no está terminado escuche comoo suena eso no es mío marcos se paró de inmediato algo dentro de él hizo click no era la primera vez que veía una jugada sucia pero esta sí lo sacudió ¿quién tiene acceso a tu cuenta
nadie bueno tal vez me vio escribir la clave alguien pero no sé alguien como quién lucía pensó miró a lo lejos y vio a Regina hablando con unas chicas en la entrada no dijo nada pero ya sabía lucía llegó a casa con los ojos encendidos no por llorar sino por esa mezcla rara entre rabia y decepción el video que subieron en su cuenta era un desastre y aunque ya sabía en el fondo quién había sido no tenía pruebas tampoco tenía fuerzas para meterse en un pleito no ahora no con su abuela aún hospitalizada y con todo
encima chayo ya estaba en casa la habían dado de alta esa mañana y ahora estaba en reposo en la cama con la pierna levantada llena de vendas y con cara de no me quejo pero esto no está fácil tenía el control del televisor en la mano y un suéter encima aunque hacía calor lucía la saludó con un beso en la frente le preguntó si se había tomado la medicina y luego fue a su cuarto sin decir mucho más cerró la puerta se sentó en la cama la rabia no la dejaba pensar la humillación de ver ese video compartido los chismes las risitas de algunos en el
pasillo todo eso se le revolvía en la cabeza como si alguien se lo estuviera gritando una y otra vez sabía que no era justo sabía que no había sido culpa suya pero eso no lo hacía menos duro agarró su mochila y empezó a sacar cuadernos buscando su libreta de música esa donde escribía todo letras apuntes ideas pero en el fondo de la mochila encontró algo más una caja pequeña de madera que Chayo le había dado hacía tiempo pero que nunca había abierto su mamá se la dejó antes de morir le dijeron que era para cuando
cumpliera 15 años pero ella no tenía ganas de fiestas ni celebraciones no la había tocado desde entonces la miró por unos segundos dudó luego la puso sobre sus piernas y la abrió adentro había una pulsera trenzada una foto de ella con Mariana en la playa cuando Lucía era chiquita y una carta doblada con su nombre escrito con esa letra que tanto extrañaba la reconoció al instante era de su mamá temblando la desdobló y empezó a leer lucía si estás leyendo esto es porque ya estás creciendo y eso me da miedo pero también me llena de
orgullo tú siempre fuiste más fuerte de lo que te diste cuenta más valiente más sabia yo solo fui tu guía por un rato pero tú vas a volar sola lo sé lucía tragó saliva sentía que la voz de su mamá le hablaba desde otro lugar como si la tuviera sentada al lado hay algo que nunca te dije y tal vez lo entiendas ahora tal vez no pero igual te lo tengo que contar tu papá no está muerto no está lejos solo nunca supo que tú existías no lo odié solo no quise que crecieras esperando algo de alguien que nunca estuvo lucía se quedó congelada releyó la línea una dos veces le costaba
procesarla él se llamaba Julián estuvo conmigo un tiempo antes de que tú nacieras fue alguien muy importante para mí pero las cosas no salieron bien no por falta de amor sino por miedo él no supo que yo estaba embarazada le dejé una carta pero nunca respondió supuse que no quería saber así que te crié sola y lo hice con gusto lucía ya no sentía las piernas el corazón le latía tan fuerte que le zumbaban los oídos julián ese Julián el señor de la escuela el que la había ayudado en el hospital el que estaba pendiente de todo él si algún día lo conoces quiero que sepas
que no lo culpes tal vez si se entera de ti quiera estar cerca y si no tú igual vas a poder con todo porque tú no eres mitad de nadie tú eres tú y eso basta la carta terminó con unas líneas más sobre lo mucho que la amaba lo orgullosa que estaba y que pasara lo que pasara siguiera cantando lucía la dobló despacio se quedó mirando la caja abierta todo su mundo estaba al revés ese hombre que hasta ahora había sido solo el señor buena onda que la ayudaba era su papá su papá y nadie se lo dijo ni chayo ni él se levantó de golpe salió del cuarto fue
directo a la cocina donde Chayo estaba sirviéndose un té desde Minus y su silla con ruedas ¿por qué no me dijiste nada la abuela la miró sabía de qué hablaba con solo verle la cara ¿leíste la carta sí ¿desde cuándo sabías desde siempre desde que Mariana me lo dijo pero ella no quería que tú crecieras con preguntas me pidió que no te lo dijera hasta que estuvieras lista ¿y tú crees que ahora estoy lista porque yo no lo estoy yo no entiendo nada misha no es tan fácil como parece mariana no quería que tú vivieras
con la sombra de un papá ausente ella te dio todo con lo que tenía no fue por maldad fue por miedo y él lo sabe él sabe que soy su hija chayo dudó bajo la mirada hace poco vino a buscarme después de escucharte cantar dijo que se parecía a Mariana empezó a sospechar le dije que sí pero le pedí que no te lo dijera aún que se ganara tu confianza que no te rompiera el corazón otra vez lucía sintió que todo le daba vueltas entonces todos sabían menos yo no todos solo él yo y la directora lucía se quedó en silencio
unos segundos no sabía si gritar llorar o salir corriendo al final no hizo ninguna de esas tres cosas solo agarró su mochila y volvió a su cuarto se tiró en la cama boca abajo tapó su cabeza con la almohada y se quedó ahí sin moverse pasaron las horas cayó la noche chayo la llamó para cenar pero no respondió julián mandó un mensaje preguntando si necesitaban algo pero Lucía no quiso ver el celular cerró los ojos quería dormir pero no podía solo escuchaba la voz de su mamá en la cabeza repitiendo “Tú no eres mitad de nadie tú
eres tú.” Pero eso ya no era tan fácil de creer lucía no durmió dio vueltas en la cama toda la noche pensaba en su mamá en míesis su abuela en la carta y sobre todo en él en Julián le costaba aceptar que lo había tenido tan cerca sin saber quién era que la ayudó que se preocupó que la cuidó sin decirle nunca la verdad pero lo que más le dolía era que no viniera de frente que sabiendo todo la dejara vivir en la ignorancia como si no mereciera saberlo a las 7 de la mañana ya estaba vestida no iba a ir a clases no tenía
cabeza para cantar ni para hacer tareas bajó a la cocina chayo estaba en su silla tomando café con los ojos rojos de tanto pensar ¿a qué hora vas a ir a verlo preguntó la abuela sin rodeos ya voy ¿vas sola sí chayo asintió no dijo nada más lucía salió y tomó el primer camión que pasaba se bajó a cuatro calles del centro caminó derecho hasta la oficina donde trabajaba Julián ya había ido una vez con la escuela en una visita donde los becados iban a agradecer la donación en ese entonces no tenía idea de quién era ahora cada paso que daba hacia ese edificio le pesaba como piedra pidió

hablar con él en recepción la secretaria la reconoció lucía “Claro espera un momento.” Le dijo nerviosa en menos de 5 minutos Julián bajó por las escaleras al verla ahí parada con los brazos cruzados y la cara dura supo al instante que algo había cambiado “¿podemos hablar?” dijo ella “claro vamos a mi oficina.
” Subieron en silencio ella entró primero él cerró la puerta lucía se paró frente a su escritorio sin sentarse ¿por qué no me dijiste la verdad la pregunta salió seca directa sin temblores julián la miró no quiso rodear porque no sabía cómo hacerlo me enteré hace poco cuando te escuché cantar me pareció imposible pero luego todo encajó leí una carta que tu mamá me dejó la que nunca leí cuando debía yo no sabía que existías Lucía nunca supe que Mariana estaba embarazada y desde que lo supiste dijo ella con el pecho agitado ¿por qué no me lo dijiste cuando fui al hospital cuando me llevaste ropa
comida cuando me ayudaste con mi abuela porque no quería que pensara que aparecí solo por remordimiento quería acercarme a ti como persona ganarme tu confianza no quería soltarte algo así de la nada me daba miedo que me rechazaras lucía apretó los puños no lloraba pero tenía los ojos húmedos y decidiste dejarme viviendo con una mentira todos sabían menos yo mi abuela tú la directora tú sabes lo feo que es darte cuenta que toda tu vida creíste una cosa y en un día se rompe todo lo sé y tienes todo el derecho de estar enojada yo también estoy enojado conmigo por haberme ido por

haber sido tan cobarde por no haber leído esa carta a tiempo perdí 13 años de tu vida y eso no lo voy a recuperar nunca lucía lo miró a los ojos le temblaba la voz ¿y qué esperas ahora ¿que te diga bienvenido papá que todo sea normal no contestó Julián bajando la mirada no espero nada no quiero obligarte a nada solo quiero estar escucharte acompañarte si me dejas si no entenderé hubo un silencio largo ella respiró hondo dio un paso hacia la ventana no sé cómo sentirme no sé si quiero conocerte o si quiero desaparecerte no sé si me alegra saber
que tengo un papá o si me duele más que hayas llegado tan tarde Julián asintió no dijo nada dejó que hablara pero no puedo negar lo que hiciste por mí estuviste aunque no dijeras quién eras me cuidaste sin pedir nada y eso me tiene rota por dentro porque no sé si confiar o no y no quiero volver a sentir que me fallan no te voy a fallar Lucía dijo él con voz firme no otra vez estoy aquí para lo que necesites no como papá si no quieres como lo que tú decidas ella lo miró con ojos llorosos pero no lloró solo dame
tiempo” le dijo no me hables como si ya fueras parte de mi vida porque todavía no lo eres te entiendo lucía dio un paso hacia la puerta antes de salir volteó tú me querías a tu mamá la amé con todo y a ti no sabía que te tenía pero ahora que lo sé no quiero alejarme nunca lucía cerró la puerta bajó las escaleras sin prisa salió a la calle se sentó en una banca no lloró pero se quedó mirando al cielo un buen rato y por primera vez en su vida se sintió en medio de algo que nunca imaginó una familia que estaba empezando a formarse justo cuando ella
había perdido todo regina ya no aguantaba más desde el día que Lucía regresó a la escuela después del hospital había estado caminando por los pasillos como si nada como si no le hubieran intentado arruinar su presentación como si no se diera cuenta de todo lo que tenía en contra y lo peor es que la gente seguía hablándole la saludaban la buscaban algunos profesores incluso se interesaban más por ella que por nadie eso era lo que más le ardía a Regina ver que Lucía seguía ahí de pie avanzando a pesar de todo ya basta le dijo a Paulina una tarde mientras
estaban en la cafetería si nadie hace nada lo voy a hacer yo ¿y ahora qué vas a hacer sacarla como sea ya me cansé de jugar bonito regina no necesitaba ayuda sabía cómo moverse su papá era el director ella conocía los pasillos mejor que nadie y lo más importante sabía qué puertas abrir para que nadie la viera esa semana la escuela anunció que Lucía estaba seleccionada para representar al plantel en la siguiente etapa del concurso nacional aunque su video original había sido alterado los profesores al investigar descubrieron lo que pasó el
profe Marcos junto con el equipo de sistemas rastreó la cuenta y se dieron cuenta de que hubo acceso no autorizado no se lo dijeron a nadie todavía pero ya sospechaban quién había sido y eso a Regina la puso en alerta así que planeó algo más grande el viernes al final de la clase de composición todos los alumnos debían entregar una práctica en papel y otra en USB lucía había trabajado en eso toda la semana era una versión de una canción que había escrito para su mamá una letra que hablaba de no rendirse cuando todo se rompe muy
suya muy íntima regina se las arregló para entrar al salón en un descanso se metió a la mochila de Lucía y cambió la USB puso una igual pero con archivos alterados uno con una canción copiada de internet y otro con textos de otro alumno del año pasado plagio completo lucía entregó su práctica sin sospechar nada se fue a casa tranquila pensando que al fin algo le estaba saliendo bien que tal vez después de tanto golpe se estaba acomodando un poco su mundo pero el lunes por la mañana apenas entró al salón notó algo raro el ambiente estaba tenso la gente la miraba
distinto algunos cuchicheaban otros se quedaban callados apenas ella pasaba el profesor Marcos entró serio más seco que de costumbre lucía necesito hablar contigo ahora mismo ella lo siguió hasta el pasillo afuera lo estaba esperando el director el papá de Regina lucía dijo él con tono grave hay un problema con tu entrega los archivos que entregaste son de otro autor y no citaste nada es una falta grave lucía se quedó en shock ¿cómo que de otro autor no eso es imposible yo escribí esa canción yo hice todo revisamos los archivos coinciden con ni trabajos
viejos hay registros en línea esto puede considerarse plagio dijo el director cruzando los brazos no puede ser yo no hice eso respondió Lucía con la voz quebrada marcos la miraba no parecía tan seguro como el director pero tampoco podía defenderla sin pruebas “por el momento está suspendida del concurso” dijo el director “tendremos que revisar todo a fondo hasta entonces no puedes participar en ninguna actividad representativa de la escuela.

” Lucía sintió que el piso se le iba su voz su trabajo todo y lo peor otra vez sin entender cómo otra vez alguien la estaba hundiendo sin razón regresó al salón en silencio agarró su mochila no dijo nada no lloró pero sus ojos lo decían todo regina la vio salir sonrió apenas disimulada paulina a su lado no se reía y si se dan cuenta ¿quién se va a dar cuenta todo está cubierto nadie va a revisar esa USB ya está entregado pero Marcos sí sospechaba desde lo del video algo no le cuadraba esa coincidencia primero la grabación falsa ahora los archivos
alterados lucía no era así se notaba cuando alguien hacía trampa y ella no era de esas fue a la sala de cómputo habló con el Linon encargado pidió revisar los movimientos de red fechas horas todo encontraron que la USB fue manipulada justo antes del viernes en un equipo que Regina solía usar y el archivo original de Lucía había sido borrado volvió al salón con Minjaos el corazón latiendo rápido lucía estaba en el patio sentada sola la vio desde la ventana abajo sin hablar con nadie rota sabía que tenía que hacer algo pero no
podía moverse sin pruebas claras así que fue con el director le explicó lo que había encontrado el director se puso serio incómodo no puedes acusar sin pruebas fuertes dijo él las tengo o por lo menos lo suficiente para detener esta locura y revisar bien lucía no merece esto mi hija no haría algo así entonces déjenme demostrarlo marcos salió con el permiso de revisar las cámaras no era mucho pero era el primer paso mientras tanto Lucía volvió a casa ese día sin decir palabra chayo la recibió con una sopa caliente y la mirada triste no hizo preguntas
solo la abrazó y esa noche Lucía lloró en silencio no por el castigo sino por la impotencia por el miedo de que otra vez el mundo se le fuera de las manos cuando apenas estaba empezando a levantarlo marcos no durmió bien esa noche le daba vueltas y vueltas al asunto sabía que Lucía no era una tramposa lo sabía en el fondo lo veía en su mirada cuando cantaba en cómo escribía las letras en la forma en que ponía atención cuando hablaban de armonía de ritmo de emociones no era el tipo de persona que copiaba algo menos algo tan personal esa canción era suya y se la
habían robado a la mañana siguiente antes de que llegaran los alumnos fue directo al área de sistemas pidió acceso a las cámaras sabía que las de los pasillos grababan de día y de noche y que las del salón no eran muchas pero sí había una en la entrada no le costó encontrar el momento exacto en que Regina entró sola revisó los horarios cruzó los datos con el historial del equipo donde ella había estado ahí estaba todo hora 5:22 pm lugar: Aula de composición acceso Regina Ortega dispositivo conectado usb externo archivos abiertos mismo nombre
que el entregado por Lucía archivos copiados contenidos descargados desde una carpeta vieja de trabajos guardados en el servidor de respaldo listo ahí estaba la prueba ya no eran suposiciones marcos bajó de inmediato a la oficina del director tocó la puerta el director estaba solo leyendo correos necesitamos hablar encontraste algo todo dijo Marcos dejando las capturas en el escritorio su hija alteró la tarea de Lucía cambió el archivo y esto no es la primera vez el video del concurso también fue manipulado desde una cuenta que usó ella el director se quedó callado unos segundos

miraba los papeles como si no los entendiera ¿estás seguro sí aquí está el acceso el historial las cámaras todo no hay forma de negarlo el director respiró hondo cerró los ojos como si por fin le cayera el peso de algo que no quería ver “no puedo protegerla” murmuró no así marcos no dijo nada ya estaba dicho todo esa misma tarde llamaron a Regina a la oficina estaba en el pasillo con Paulina cuando la nombraron por el altavoz no preguntó solo fue como si algo dentro de ella ya supiera entró y encontró a su papá con cara seria y al
profesor Marcos de pie al lado “siéntate” dijo su papá regina se sentó hay evidencia de que entraste al aula fuera de horario que manipulaste la tarea de Lucía que entregaste un archivo que no era de ella y que lo hiciste de forma intencional regina se encogió de hombros y eso que tiene de grave solo era una canción es plagio es sabotaje es una falta grave ella lo miró con rabia y vas a hacer todo esto por una becada una niña que ni siquiera paga aquí voy a hacer esto porque aquí se enseña respeto y tú cruzaste la línea ya no se trata de
envidia se trata de valores ¿y ahora qué ¿me van a expulsar estás suspendida del concurso y de la clase de composición hasta nuevo aviso y si vuelves a manipular algo o a acosar a un compañero te vas de aquí aunque seas mi hija regina se paró de golpe miró a los dos con los ojos rojos de coraje no dijo nada más solo salió dando un portazo en el pasillo todos la vieron pasar paulina se le quedó mirando pero no la siguió horas después Lucía fue llamada a la dirección iba con el estómago revuelto sin saber qué esperar cuando entró vio
al director más serio que nunca lucía queremos pedirte una disculpa dijo él ya revisamos todo cometimos un error un grave error contigo lucía lo miró en silencio tu archivo fue alterado no fue culpa tuya y no solo eso también el video que usaste para el concurso todo fue parte de un plan que ya identificamos lamentamos lo que pasaste ¿y quién fue preguntó aunque ya sabía el director no respondió pero la mirada lo dijo todo “vas a seguir en el concurso” agregó “tu lugar está más que ganado y si necesitas apoyo
lo tendrás.” Lucía no sabía si sonreír o llorar marcos se acercó “siempre confié en ti y me alegra que todo saliera a la luz.” Ella asintió no tenía palabras solo se le llenaron los ojos de lágrimas no por tristeza sino por alivio esa tarde en el salón la noticia corrió rápido todos supieron regina no regresó ese día ni el siguiente paulina fue la única que se acercó a Lucía perdón le dijo no pensé que fuera tan lejos lucía solo dijo “No importa.

” Y volvió a su lugar esa noche al llegar a casa abrazó a su abuela sin decir nada chayo la abrazó con fuerza todo bien mi hija ya todo se arregló y por primera vez en semanas durmió tranquila la ciudad estaba revuelta ese sábado las calles del centro estaban cerradas por el evento del concurso nacional de talentos escolares un escenario enorme se había montado frente a la plaza principal con luces por todos lados cámaras bocinas gigantes y una pantalla donde se vería todo en vivo había gente por todos lados desde los que estaban
ahí por compromiso hasta los que venían de otras ciudades solo para ver a sus hijos nietos o amigos presentarse lucía llegó con los dedos helados aunque el sol ya picaba el uniforme de la escuela nueva le quedaba bien limpio bien planchado pero por dentro se sentía más desnuda que nunca había ensayado durante semanas corregido su canción una y otra vez y aunque ya no tenía a Regina encima ni nadie saboteándola el miedo no se iba ese miedo que no tiene que ver con fallar sino con que por fin todo te esté saliendo bien y no sepas qué hacer con
eso julián la estaba esperando en una esquina del backstage no le había dicho que iría pero ahí estaba camisa sencilla café en mano mirada nerviosa cuando la vio levantó una mano como saludando desde lejos con cuidado ella solo asintió nada de abrazos aún no pero ya no lo rechazaba lista le preguntó no pero igual voy a salir respondió julián sonríó se acercó despacio te va a ir bien pase lo que pase tú ya ganaste lucía respiró hondo luego se alejó directo al área de artistas ahí estaban los otros concursantes chavos con peinados raros con voces más entrenadas
con más presencia pero nadie la conocía nadie sabía que venía de una secundaria olvidada de una casa en cerro de un cuarto donde dormía con su abuela enferma nadie sabía que estaba ahí parada con zapatos prestados porque su mamá ya no estaba para verla la presentadora subió al escenario con micrófono en mano el público aplaudía las primeras presentaciones pasaron rápido bailes coros uno que otro rap todo bueno pero cuando anunciaron a Lucía algo cambió tal vez fue casualidad pero el cielo se nubló un poco el aire sopló más fuerte y el silencio se sintió
más pesado con ustedes desde la escuela San Fernando de Arte Vocal Lucía Torres el público aplaudió pero sin saber quién era un aplauso normal de compromiso lucía caminó hacia el centro del escenario el micrófono ya estaba en su lugar detrás la pantalla se iluminó con su nombre el piano empezó a sonar no era pista grabada era el profe Marcos acompañándola ella lo miró desde el lado le dio una seña con la cabeza cerró los ojos y empezó no fue una voz fuerte ni gritada fue suave clara profunda como si cada palabra fuera una
parte de su historia la letra decía “Si el mundo se rompe yo me pego con cinta si todos se van yo me quedo solita no tengo promesas ni grandes secretos pero tengo una voz que sale de dentro.” La gente dejó de moverse al principio solo los de las primeras filas se dieron cuenta luego los de atrás y después todo el lugar julián desde un costado se quedó con la boca entreabierta nunca la había escuchado cantar así ni en los ensayos ni en la escuela ni siquiera en el video aquel esto era diferente no solo cantaba
contaba algo una verdad su verdad lucía levantó la mirada cuando llegó al coro no soy perfecta pero soy mía no tengo todo pero soy vida y si me caigo me vuelvo a armar porque soy hija de no rendirme jamás ahí fue cuando todo se soltó algunos lloraron otros aplaudían sin ruido como si no quisieran interrumpir el profesor Marcos la miraba con los ojos vidriosos y en la fila ocho una mujer de vestido claro cabello recogido y mirada fija se tapó la boca con la mano lucía no la vio pero Julián sí y se quedó

paralizado mariana o alguien que se le parecía tanto que por un segundo creyó que se le había ido la cabeza la mujer estaba ahí con lágrimas bajando por las mejillas sin decir palabra lucía terminó la canción con una nota larga sostenida con los ojos cerrados cuando terminó hubo un segundo de silencio total y después la plaza entera estalló en aplausos de pie gritando aplaudiendo con fuerza gente llorando gente sin entender qué acababan de oír lucía abrió los ojos miró al público como si despertara de un sueño y justo ahí Julián subió al escenario caminó
hasta ella tomó el micrófono “disculpen” dijo con la voz temblando “solo quiero decir algo.” Lucía lo miró confundida “esta niña esta cantante increíble es mi hija.” Un murmullo se extendió por todo el lugar la gente empezó a murmurar a sorprenderse lucía lo miró con los ojos abiertos y no dijo nada solo lo abrazó por primera vez y el aplauso volvió más fuerte más de verdad después del abrazo con Julián todo fue como un sueño la gente seguía aplaudiendo algunos grababan con el celular otros se abrazaban sin conocerla los organizadores la bajaron
del escenario rodeada de maestros alumnos cámaras pero ella no escuchaba nada su mente solo repetía una frase “esta niña es mi hija” la dijo él en público frente a todos sin miedo lucía lo miraba como si lo viera por primera vez no alcanzaron a hablar todo se volvió caos a ella se la llevaron para las entrevistas al profesor Marcos le hacían preguntas el director de la escuela la felicitaba como si siempre la hubiera apoyado julián intentó acercarse otra vez pero un guardia lo detuvo pensando que era solo otro curioso y entonces la vio entre la gente esa mujer
la misma que lo había dejado helado en pleno escenario no era joven tampoco vieja tendría la edad que tendría Mariana ahora si estuviera viva pero si Mariana estaba muerta ¿quién era ella julián la siguió con la mirada mientras ella se alejaba caminaba rápido con los ojos en el suelo como si no quisiera ser reconocida como si llevara años escondida corrió entre la gente la alcanzó a media cuadra le tocó el hombro ¿eres tú la mujer se volteó y sí era ella Mariana más flaca con arrugas nuevas pero con la misma expresión la misma boca los mismos ojos
los mismos que tenía lucía no puede ser dijo Julián retrocediendo un paso tú tú estabas muerta mariana lo miró tenía lágrimas en los ojos pero no hablaba como si no supiera por dónde empezar ¿qué estás haciendo aquí vine a verla murmuró ella por fin no iba a acercarme solo quería oírla cantar ¿cómo estás viva ¿qué pasó ¿por qué todos creímos que habías muerto mariana se abrazó el cuerpo como si tuviera frío tenía miedo mucho miedo cuando me diagnosticaron me dieron poco tiempo la nona abuela de Lucía se estaba

enfermando también y tomé una decisión le pedí a Chayo que dijera que me había muerto me fui me interné en otro estado en una clínica de bajo costo no quería que Lucía me viera deteriorarme no quería que me viera apagándome julián estaba mudo no sabía si gritar o abrazarla ¿y por qué no regresaste cuando mejoraste porque ya habían pasado dos años lucía estaba creciendo fuerte sin mí me convertí en un fantasma en su vida pensé que era mejor quedarme así hasta que tú apareciste y luego el video el concurso mi hija mi niña cantando con
una fuerza que no me imaginaba vine solo a escucharla una vez más y me encontré con esto julián la miró con el corazón hecho pedazos ¿le vas a decir que estás viva mariana se quedó callada no sé tienes que hacerlo es tu hija la dejaste creyendo que estabas muerta y vivió siguió creció es fuerte Julián y yo no sé si merezco volver a entrar en su vida después de todo lo que le hice no se trata de merecer dijo él firme se trata de no seguir huyendo si la amas le dices la verdad aunque te odie aunque no te perdone mariana bajó la cabeza respiró
hondo tienes razón lucía estaba sentada en las gradas del auditorio donde les daban agua y bocadillos después de la presentación tenía la cabeza recargada en la pared cerró los ojos solo un segundo lucía abrió los ojos esa voz se levantó de golpe y la vio ahí estaba frente a ella mariana no susurró no puede ser soy yo mi amor” dijo ella con la voz quebrada lucía retrocedió un paso se agarró la cabeza “¿cómo tú ¿tú estabas?” “No estoy viva y sé que esto no tiene perdón pero estoy aquí y ya no quiero esconderme más.” Lucía la miraba como si no pudiera creerlo “y me dejaste crecer
creyendo que estabas muerta lo hice porque pensé que era lo mejor me equivoqué no me pidas que lo justifique solo solo quería escucharte una vez más lucía tenía los ojos llenos de lágrimas no sé si estoy enojada o feliz no sé si abrazarte o gritarte no sé nada mariana se acercó despacio yo tampoco sé si merezco tu perdón pero aquí estoy lucía se quedó quieta luego dio un paso luego otro y otro más y la abrazó lloraron las dos ahí frente a todos sin decir más julián las vio desde lejos no se acercó no interrumpió solo se quedó parado
sintiendo que algo se cerraba por fin no perfecto no limpio pero real al final del día la plaza se vació los aplausos se fueron apagando las luces se apagaron pero en una banca cualquiera una hija un padre y una madre volvieron a empezar tal vez sin saber bien cómo pero con la verdad por fin completa