Durante su embarazo, Francisca Lachapel recibió un consejo muy puntual de parte de su ginecóloga: tomar abundante agua todos los días.

La presentadora dominicana confesó que en ese momento no imaginaba cuánto impacto tendría ese hábito en su salud y en la de su hija Rafaela.

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Fue una recomendación sencilla, pero que marcó una gran diferencia a lo largo de su gestación.

Según explicó Francisca, la doctora le detalló cómo una correcta hidratación favorece la formación del líquido amniótico.

Mejora la circulación sanguínea, y contribuye al correcto desarrollo del bebé.

Además, le advirtió que el consumo regular de agua reduce el riesgo de padecer infecciones urinarias, algo común durante el embarazo y que puede afectar el bienestar tanto de la madre como del bebé.

Motivada por esa orientación médica, Francisca adoptó la costumbre de llevar siempre una botella de agua con ella.

Asegura que no solo se sintió con más energía, sino que también notó mejoras en su piel y digestión.

Incluso después del nacimiento de Rafaela, continuó con este hábito, ya que también le ayudó durante la etapa de lactancia materna.

En sus palabras, Francisca aconsejó a otras futuras madres que no subestimen el poder de hidratarse adecuadamente.

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