La cuenta regresiva ha comenzado para el homenaje “Rubby Pérez Infinito”, que tendrá lugar este jueves en el Teatro Nacional.
Con entusiasmo y entrega, artistas nacionales e internacionales se han unido para rendir tributo a una de las voces más emblemáticas del merengue dominicano.

Los ensayos han llenado de vida el teatro, donde el legado de Rubby resuena en cada rincón.
Sigue leyendo el contenido de esta nota y ver mas abajo, que se busca en dicho evento mas lo que esta pasando en torno familiar.

En medio de los preparativos, surgieron rumores sobre la posible ausencia de Michelle Reynoso y de Ana Beatriz, hija menor del cantante.
Aunque inicialmente se pensó que Ana no estaría presente, la información ha cambiado radicalmente y con ello, la emoción del evento ha crecido aún más.

De manera exclusiva se confirmó que Ana Beatriz no solo asistirá, sino que tendrá una participación destacada.
Durante los ensayos fue vista preparándose para subir al escenario y cantar una canción en honor a su padre.

Su interpretación se perfila como uno de los momentos más conmovedores del homenaje.
Este evento no solo celebrará la carrera musical de Rubby Pérez, sino también su impacto familiar y cultural.

Con la presencia de su hija, la noche promete ser aún más emotiva y memorable, reafirmando por qué su legado merece este reconocimiento tan especial.

Lo que se busca con este evento.
El homenaje “Rubby Pérez Infinito” es un evento artístico-musical en honor al cantante dominicano Rubby Pérez, que busca exaltar su trayectoria.
Su legado en el merengue y su impacto tanto profesional como familiar, con una participación emotiva de su hija Ana Beatriz.

News
Mientras mi esposo me golpeaba con un palo de golf, oí a su amante gritar: “¡Mátalo! ¡No es tu hijo!”. Sentí que mi mundo se derrumbaba… hasta que la puerta se abrió de golpe. Mi padre, el despiadado director ejecutivo, rugió: “Hoy pagarás por lo que hiciste”. Y en ese momento, supe… que la verdadera tormenta apenas comenzaba.
Mientras mi esposo, Andrew, me golpeaba con un palo de golf en medio del salón, apenas podía proteger mi vientre de…
Después de pasar seis meses cosiendo a mano el vestido de boda de mi hija, entré en la suite nupcial justo a tiempo para escucharla reír: “Si pregunta, dile que no me queda. Parece algo sacado de una tienda de segunda mano.” Tragué mi orgullo, enderecé la espalda y me llevé el vestido en silencio. Pero más tarde, ocurrió algo inimaginable…
Durante seis meses, cada noche después del trabajo, Elena se sentaba frente a la máquina de coser y continuaba, puntada por puntada,…
Me casé con un hombre sin hogar al que todos se burlaron y ridiculizaron durante toda la boda… pero cuando tomó el micrófono y habló, reveló una verdad que nadie podría haber imaginado y dejó a toda la sala entre lágrimas y en shock…
El día de mi boda con Daniel comenzó con un murmullo incómodo que recorrió toda la iglesia como un viento…
Mi hijo me golpeó, pero guardé silencio. A la mañana siguiente, cociné un banquete suntuoso. Él bajó las escaleras, vio el mantel de encaje y las galletas, sonrió y dijo: ‘Así que, mamá, por fin aprendiste’, pero su rostro cambió de color en cuanto vio a la persona sentada a la mesa…
El sonido de la bofetada fue seco y resonó en la cocina como un disparo. No era la primera vez…
En la cena familiar estaba sentada allí con el brazo roto, sin poder siquiera comer. Mi suegra dijo: “Mi hijo le dio una lección”. Y su hermana presumió: “Ella pensó que mandaba”. Yo solo sonreí. Treinta minutos después, sonó el timbre y él descubrió quién realmente manda en esta casa.
Aquella noche en la cena familiar todo olía a carne asada, vino barato y tensión contenida. Yo, Emily Carter, estaba sentada…
En la cena familiar, mi esposo me vertió sopa caliente sobre la cabeza mientras su madre se reía. Luego dijo: “Tienes diez minutos para largarte.” Me limpié la cara, saqué unos papeles de mi bolso, los puse sobre la mesa y dije con calma: “Tienes razón. Diez minutos después…”
La cena familiar en casa de los Miller siempre había sido un campo minado emocional para mí, pero aquella noche…
End of content
No more pages to load






