La modelo y presentadora Nadia Ferreira se convirtió en una de las protagonistas indiscutibles de Premios Juventud 2025, celebrados en Panamá.

Junto a Clarissa Molina y Alejandra Espinoza, la esposa de Marc Anthony asumió la conducción del show.
LES DEJAMOS FOTOS DE LOS 6 VESTIDOS MIENTRAS VAS LEYENDO ESTE CONTENIDO.

Y como era de esperarse, acaparó miradas no solo por su elegancia, sino también por su récord de seis cambios de vestuario en la misma velada.
Desde su llegada a la alfombra, Nadia sorprendió con un imponente vestido rojo con transparencias y detalles de flecos, que marcó la pauta de lo que sería una noche cargada de estilo.

Para dar inicio al espectáculo, optó por un diseño strapless en tono rosado, con abertura lateral que resaltaba su porte y sofisticación.
La tercera elección fue un conjunto de falda y corset negro, con el cabello recogido, mostrando una faceta más elegante y sobria.

Poco después, la paraguaya cambió nuevamente y apareció con un vestido verde entallado, que delineaba perfectamente su silueta y desató elogios entre los asistentes.
El quinto look fue uno de los más comentados: un deslumbrante vestido de lentejuelas grandes, con un estilo que evocaba a una sirena, convirtiéndose en uno de los momentos más icónicos de la noche.

Finalmente, para cerrar con broche de oro, Nadia Ferreira eligió otro diseño en negro asimétrico con detalles de encaje, que combinó sensualidad y sofisticación.
Su capacidad de reinventarse en cada salida, manteniendo siempre la elegancia, reafirmó por qué es considerada un ícono de la moda.
El último Vestido

En esta edición, Nadia no solo brilló como conductora, sino que también hizo historia en Premios Juventud al imponer un estilo que será recordado por mucho tiempo.
News
Mientras mi esposo me golpeaba con un palo de golf, oí a su amante gritar: “¡Mátalo! ¡No es tu hijo!”. Sentí que mi mundo se derrumbaba… hasta que la puerta se abrió de golpe. Mi padre, el despiadado director ejecutivo, rugió: “Hoy pagarás por lo que hiciste”. Y en ese momento, supe… que la verdadera tormenta apenas comenzaba.
Mientras mi esposo, Andrew, me golpeaba con un palo de golf en medio del salón, apenas podía proteger mi vientre de…
Después de pasar seis meses cosiendo a mano el vestido de boda de mi hija, entré en la suite nupcial justo a tiempo para escucharla reír: “Si pregunta, dile que no me queda. Parece algo sacado de una tienda de segunda mano.” Tragué mi orgullo, enderecé la espalda y me llevé el vestido en silencio. Pero más tarde, ocurrió algo inimaginable…
Durante seis meses, cada noche después del trabajo, Elena se sentaba frente a la máquina de coser y continuaba, puntada por puntada,…
Me casé con un hombre sin hogar al que todos se burlaron y ridiculizaron durante toda la boda… pero cuando tomó el micrófono y habló, reveló una verdad que nadie podría haber imaginado y dejó a toda la sala entre lágrimas y en shock…
El día de mi boda con Daniel comenzó con un murmullo incómodo que recorrió toda la iglesia como un viento…
Mi hijo me golpeó, pero guardé silencio. A la mañana siguiente, cociné un banquete suntuoso. Él bajó las escaleras, vio el mantel de encaje y las galletas, sonrió y dijo: ‘Así que, mamá, por fin aprendiste’, pero su rostro cambió de color en cuanto vio a la persona sentada a la mesa…
El sonido de la bofetada fue seco y resonó en la cocina como un disparo. No era la primera vez…
En la cena familiar estaba sentada allí con el brazo roto, sin poder siquiera comer. Mi suegra dijo: “Mi hijo le dio una lección”. Y su hermana presumió: “Ella pensó que mandaba”. Yo solo sonreí. Treinta minutos después, sonó el timbre y él descubrió quién realmente manda en esta casa.
Aquella noche en la cena familiar todo olía a carne asada, vino barato y tensión contenida. Yo, Emily Carter, estaba sentada…
En la cena familiar, mi esposo me vertió sopa caliente sobre la cabeza mientras su madre se reía. Luego dijo: “Tienes diez minutos para largarte.” Me limpié la cara, saqué unos papeles de mi bolso, los puse sobre la mesa y dije con calma: “Tienes razón. Diez minutos después…”
La cena familiar en casa de los Miller siempre había sido un campo minado emocional para mí, pero aquella noche…
End of content
No more pages to load






