La vida de Adela Noriega ha sido una de las más discretas en el ámbito de la farándula mexicana.
Desde que se retiró, ha mantenido un perfil bajo, alejándose de los reflectores y las cámaras. Sigue leyendo hasta el final y ver las hermosas fotos.

Su última aparición en televisión fue interpretando a Sofía Elizondo Acevedo en la telenovela Fuego en la sangre, marcando el fin de su carrera actoral.
Este inesperado retiro en el momento más alto de su popularidad generó gran curiosidad entre sus seguidores, quienes comenzaron a especular sobre su paradero y a formular todo tipo de teorías.

La ausencia de información sobre la actriz hizo que su desaparición de la escena pública fuera aún más intrigante.
Sin embargo, para sorpresa y alegría de sus fans, recientemente se filtraron imágenes de la supuesta residencia donde vive actualmente, lo que ha despertado un gran interés en las redes sociales.

Se dice que vive en Weston, al sur de Florida, dedicada al negocio de bienes raíces, en una mansión valorada en alrededor de seis millones de dólares, llena de lujos y detalles exclusivos.
La propiedad habría sido adquirida en 2003 por un precio de dos millones de dólares, supuestamente poco después de terminar su última telenovela.

Esta información fue revelada por la actriz y ex Miss Universo Alicia Machado durante un programa de Telemundo
. El equipo de Nxclusiva siguió la pista y encontró el lujoso refugio de Adela.
La mansión cuenta con dos comedores, cinco habitaciones, una sala principal y una sala de descanso con vista a la piscina.
La decoración es sencilla y elegante, dominada por tonos neutros como el blanco, y adornada con cuadros de Adela en su última telenovela.

Tiene un vestidor con ropa de lujo, fotos de la actriz y un trofeo de TvyNovelas.
En el exterior, la casa está rodeada de jardines, una terraza, un jacuzzi y un spa personal.
El área de lavado está conectada al garaje, que tiene espacio para varios vehículos, evidenciando el confort y lujo en los que vive Adela.

La cocina es amplia y moderna, equipada con electrodomésticos de última tecnología y una isla central. También hay una sala de cine privada y una sala de música con un piano de cola.
La habitación principal es imponente, con una cama king size, vistas al jardín y una terraza privada.

Además, tiene un baño privado con bañera y ducha de cristal, ideal para que Adela disfrute de su tiempo de relax en casa.

1

News
Mientras mi esposo me golpeaba con un palo de golf, oí a su amante gritar: “¡Mátalo! ¡No es tu hijo!”. Sentí que mi mundo se derrumbaba… hasta que la puerta se abrió de golpe. Mi padre, el despiadado director ejecutivo, rugió: “Hoy pagarás por lo que hiciste”. Y en ese momento, supe… que la verdadera tormenta apenas comenzaba.
Mientras mi esposo, Andrew, me golpeaba con un palo de golf en medio del salón, apenas podía proteger mi vientre de…
Después de pasar seis meses cosiendo a mano el vestido de boda de mi hija, entré en la suite nupcial justo a tiempo para escucharla reír: “Si pregunta, dile que no me queda. Parece algo sacado de una tienda de segunda mano.” Tragué mi orgullo, enderecé la espalda y me llevé el vestido en silencio. Pero más tarde, ocurrió algo inimaginable…
Durante seis meses, cada noche después del trabajo, Elena se sentaba frente a la máquina de coser y continuaba, puntada por puntada,…
Me casé con un hombre sin hogar al que todos se burlaron y ridiculizaron durante toda la boda… pero cuando tomó el micrófono y habló, reveló una verdad que nadie podría haber imaginado y dejó a toda la sala entre lágrimas y en shock…
El día de mi boda con Daniel comenzó con un murmullo incómodo que recorrió toda la iglesia como un viento…
Mi hijo me golpeó, pero guardé silencio. A la mañana siguiente, cociné un banquete suntuoso. Él bajó las escaleras, vio el mantel de encaje y las galletas, sonrió y dijo: ‘Así que, mamá, por fin aprendiste’, pero su rostro cambió de color en cuanto vio a la persona sentada a la mesa…
El sonido de la bofetada fue seco y resonó en la cocina como un disparo. No era la primera vez…
En la cena familiar estaba sentada allí con el brazo roto, sin poder siquiera comer. Mi suegra dijo: “Mi hijo le dio una lección”. Y su hermana presumió: “Ella pensó que mandaba”. Yo solo sonreí. Treinta minutos después, sonó el timbre y él descubrió quién realmente manda en esta casa.
Aquella noche en la cena familiar todo olía a carne asada, vino barato y tensión contenida. Yo, Emily Carter, estaba sentada…
En la cena familiar, mi esposo me vertió sopa caliente sobre la cabeza mientras su madre se reía. Luego dijo: “Tienes diez minutos para largarte.” Me limpié la cara, saqué unos papeles de mi bolso, los puse sobre la mesa y dije con calma: “Tienes razón. Diez minutos después…”
La cena familiar en casa de los Miller siempre había sido un campo minado emocional para mí, pero aquella noche…
End of content
No more pages to load






