Rafael Araneda, conductor chileno muy querido por la audiencia hispana, enfrenta uno de los momentos más dolorosos de su vida: la partida de su madre,
Laura Maturana, a los 97 años. La noticia fue compartida con profunda tristeza por su compañera Karla Martínez, quien le dedicó palabras de apoyo durante la transmisión de «Despierta América».

VER AL FINAL DEL CONTENIDO EL VIDEO DE LA TRISTE DESPEDIDA DE RAFAEL A SU MADRE
Laura, quien vivió casi un siglo, fue recordada por Rafael como una mujer amorosa, fuerte y entregada a su familia.

A pesar de haber enfrentado complicaciones de salud en sus últimos años, su espíritu nunca se apagó.
Rafael le agradeció por todo el amor y las enseñanzas que le dejó, destacando que tuvo la fortuna de acompañarla hasta su último suspiro.

A través de sus redes sociales, Rafael compartió un video que muestra momentos íntimos con su madre, incluyendo un tierno vals que bailaron juntos.
Esta publicación conmovió a miles de seguidores, quienes enviaron mensajes de solidaridad y admiración por el respeto y amor que siempre mostró hacia ella.

El presentador relató que su madre partió en paz, rodeada de sus seres queridos.
En su mensaje, expresó que no hay tristeza cuando hay gratitud, y que la memoria de su madre vivirá eternamente en el corazón de toda la familia.

Su esposa, Marcela Vacarezza, también dedicó emotivas palabras a quien consideraba su segunda madre.
AQUI EL VIDEO DE LA DESPEDIDA DE RAFAEL A SU MADRE
News
Mientras mi esposo me golpeaba con un palo de golf, oí a su amante gritar: “¡Mátalo! ¡No es tu hijo!”. Sentí que mi mundo se derrumbaba… hasta que la puerta se abrió de golpe. Mi padre, el despiadado director ejecutivo, rugió: “Hoy pagarás por lo que hiciste”. Y en ese momento, supe… que la verdadera tormenta apenas comenzaba.
Mientras mi esposo, Andrew, me golpeaba con un palo de golf en medio del salón, apenas podía proteger mi vientre de…
Después de pasar seis meses cosiendo a mano el vestido de boda de mi hija, entré en la suite nupcial justo a tiempo para escucharla reír: “Si pregunta, dile que no me queda. Parece algo sacado de una tienda de segunda mano.” Tragué mi orgullo, enderecé la espalda y me llevé el vestido en silencio. Pero más tarde, ocurrió algo inimaginable…
Durante seis meses, cada noche después del trabajo, Elena se sentaba frente a la máquina de coser y continuaba, puntada por puntada,…
Me casé con un hombre sin hogar al que todos se burlaron y ridiculizaron durante toda la boda… pero cuando tomó el micrófono y habló, reveló una verdad que nadie podría haber imaginado y dejó a toda la sala entre lágrimas y en shock…
El día de mi boda con Daniel comenzó con un murmullo incómodo que recorrió toda la iglesia como un viento…
Mi hijo me golpeó, pero guardé silencio. A la mañana siguiente, cociné un banquete suntuoso. Él bajó las escaleras, vio el mantel de encaje y las galletas, sonrió y dijo: ‘Así que, mamá, por fin aprendiste’, pero su rostro cambió de color en cuanto vio a la persona sentada a la mesa…
El sonido de la bofetada fue seco y resonó en la cocina como un disparo. No era la primera vez…
En la cena familiar estaba sentada allí con el brazo roto, sin poder siquiera comer. Mi suegra dijo: “Mi hijo le dio una lección”. Y su hermana presumió: “Ella pensó que mandaba”. Yo solo sonreí. Treinta minutos después, sonó el timbre y él descubrió quién realmente manda en esta casa.
Aquella noche en la cena familiar todo olía a carne asada, vino barato y tensión contenida. Yo, Emily Carter, estaba sentada…
En la cena familiar, mi esposo me vertió sopa caliente sobre la cabeza mientras su madre se reía. Luego dijo: “Tienes diez minutos para largarte.” Me limpié la cara, saqué unos papeles de mi bolso, los puse sobre la mesa y dije con calma: “Tienes razón. Diez minutos después…”
La cena familiar en casa de los Miller siempre había sido un campo minado emocional para mí, pero aquella noche…
End of content
No more pages to load






