Si alguna vez te enamoraste del cine mexicano de las décadas de 1970 y 1980, seguramente el nombre de Jaime Moreno no te es desconocido. Fue un icono de seducción, talento y elegancia en la pantalla grande y en la televisión. Con unos ojos azules hipnóticos, una voz profunda y una habilidad asombrosa para imitar voces famosas, Moreno fue apodado como el “galán de oro” del entretenimiento mexicano.

Sin embargo, la vida no siempre mantiene a los héroes bajo los reflectores. El 14 de mayo de este año, una fotografía que se viralizó rápidamente en redes sociales dejó a muchos sorprendidos: Jaime Moreno tiene casi 80 años , y aparecía en una humilde terminal de autobuses en Chiapas, lejos del glamour y los flashes. Su imagen sencilla, solitaria, entre la multitud anónima, generó tanto nostalgia como curiosidad:

¿Qué ha sido de su vida? ¿Cómo pasó de ser ídolo nacional a vivir en el anonimato?

De humilde origen al estrellato cinematográfico

Nacido en una familia común en México, Jaime Moreno comenzó trabajando como locutor y cantando en bares para sobrevivir. Su destino cambió cuando fue descubierto por la actriz Sasha Montenegro, quien lo presentó al productor Ketalabat. A partir de ahí, su carrera despegó sin freno.

En 1973 debutó en el cine con un pequeño papel en “El Premio Nobel del Amor” , pero fue en 1976, con “India” junto a Isela Vega y Mario Almada, cuando se consolidó como protagonista. Películas como “Víbora” “Las arañas se despellejan al tejer” “Terror y encaje negro” lo convirtieron en uno de los rostros más queridos del cine nacional.

Además de actor, Moreno también destacó como cantante, lanzando dos álbumes de baladas románticas. Su interpretación de “Tie a Yellow Ribbon Round the Old Oak Tree” causó sensación, especialmente tras su presentación en el histórico programa “Siempre en domingo” . En la televisión, participó en telenovelas memorables como “Yara” “Pobre juventud” “María Mercedes” , junto a Thalía.

Un historial amoroso extenso y una rivalidad pública con Andrés García

Su vida sentimental siempre estuvo bajo los reflectores. Moreno mantuvo una relación de siete años con Olivia Collins, quien aseguró que él la ayudó a incursionar en la actuación. Sin embargo, tras la muerte de su madre, la pareja se separó. Años después, tuvo un romance muy mediático con Lorena Herrera, duradero pero tormentoso. Según ella, una discusión terminó con Moreno lesionado en la nariz tras un portazo accidental. Lo más polémico fue cuando Herrera reveló que Moreno mintió sobre su edad, haciéndose pasar por alguien mucho más joven – incluso cercano a la edad de la madre de ella.

Pero tal vez su mayor enfrentamiento público haya sido con Andrés García , otro galán legendario de la época. La tensión surgió durante el rodaje de “El Sexo Sentido” , cuando Adriana Vega prefirió a Moreno sobre García. Las cosas empeoraron cuando Moreno hizo comentarios sarcásticos sobre una prótesis genital utilizada por García tras una cirugía por cáncer prostático: “Quizá la necesita porque ya está viejo” . Esta frase enfureció a García, quien juró no reconciliarse jamás con Moreno.

Desde el esplendor hasta los altibajos de la vejez

Con los años, Moreno se retiró de la vida pública y se estableció en Chiapas. Pero su última etapa no ha estado exenta de controversia.

En 2012, fue arrestado por conducir ebrio e involucrado en un accidente. Su respuesta causó indignación: describió a la víctima como una “viuda necesitada de consuelo afectivo y sexual”. Además, insultó a los agentes y ofreció contactar directamente al alcalde.

En otro incidente legal, fue expulsado de su finca, Finca Los Olivos, tras una larga batalla judicial con su exempleado Ranulfo Arreola Zavala. Moreno negó toda responsabilidad y acusó corrupción en el sistema. Asimismo, llamó la atención en redes al publicar fotos semidesnudo, presumiendo su figura aún atlética a pesar de la edad – para orgullo de algunos y crítica de otros.

Regreso fugaz ante el mundo: “¡Sigo aquí!”

Aunque vive alejado de los medios, Moreno no ha desaparecido del todo. En un video reciente publicado en Facebook, aparece entrenando en un gimnasio y respondiendo con firmeza a las críticas: “Estoy esperando a mi abogado. ¡Sigo bien!” .

Cuando fue objeto de burlas por la foto en la terminal, respondió duramente a un usuario de Tuxtla Gutiérrez: “Un pobre imbécil que disfruta humillar a otros” .

A pesar del paso del tiempo, Jaime Moreno sigue mostrando el mismo carácter fuerte y personalidad inquebrantable que lo llevaron a la cima del entretenimiento.

El legado de un icono

Aunque ya no hay luces ni aplausos, Jaime Moreno sigue siendo parte importante de la memoria colectiva del cine latinoamericano. Desde su juventud dorada hasta su presente solitario, su historia es un recordatorio de cómo la fama puede desvanecerse, pero el legado permanece.