Desde un rincón modesto de Azúa, en la República Dominicana, surge la inspiradora historia de Francisca Lachapel, una mujer que desde muy joven enfrentó la vida con valentía.

Nacida en un hogar donde la escasez era parte del día a día, creció rodeada de carencias materiales, pero siempre tuvo como motor la esperanza y el deseo de superarse.

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En medio de las dificultades, Francisca aprendió que el trabajo arduo y la fe eran fundamentales para salir adelante.

Desde niña soñaba con una vida diferente, con romper los límites de su realidad y alcanzar algo más grande. Esa ambición se convirtió en la brújula que guiaría su vida.

Con el tiempo, tomó la difícil decisión de emigrar a Estados Unidos. El cambio no fue fácil: en un país extraño, sin manejar bien el idioma y sin muchos recursos, enfrentó múltiples desafíos.

Aun así, aceptó cualquier trabajo honesto que se le presentara, desde limpiar casas hasta cuidar niños, todo con la firme intención de construir un mejor futuro.

El punto de quiebre llegó cuando decidió participar en el reality “Nuestra Belleza Latina”. Con su naturalidad, simpatía y fuerza interior.

Logró destacarse entre las concursantes, ganándose el cariño del público y el reconocimiento del jurado. Su victoria en 2015 fue un antes y un después en su vida.

Ese triunfo le abrió las puertas del mundo del espectáculo y consolidó su presencia en la televisión hispana.

Francisca se convirtió en una de las caras principales de “Despierta América”, el popular programa matutino de Univision, donde ha sabido ganarse el respeto y el cariño de la audiencia.