Cristina Porta está atravesando un torbellino emocional durante su participación en el reality ¡Vaya vacaciones!, donde ha comenzado a sentir una conexión especial con Álex.
Estos nuevos sentimientos, lejos de ser una experiencia fresca y positiva, le han traído a la memoria heridas del pasado que aún no ha logrado cerrar del todo.

El recuerdo de su fallida relación con Luca Onestini ha vuelto con fuerza, removiendo emociones que creía haber superado.
Su historia con Luca comenzó en Secret Story, donde ambos vivieron una intensa historia de amor.

Cristina se enamoró profundamente del italiano y, una vez fuera del concurso, decidieron intentar continuar su relación en la vida real.
Sin embargo, la magia duró poco, y fue el propio Luca quien anunció públicamente su ruptura, dejando a Cristina sorprendida y dolida.

“No hubo despedida”, dijo en su momento, evidenciando lo abrupto de aquel final.
La situación empeoró cuando Luca, lejos de mantener la discreción, criticó a Cristina en medios y redes sociales.

Según él, los “celos sin fundamento” de la periodista fueron una de las razones de la ruptura.
Este gesto público no solo la expuso emocionalmente, sino que también la hizo sentir traicionada y juzgada injustamente por alguien en quien confió.

A pesar de que ha pasado más de un año, el impacto emocional de esa relación fallida sigue presente.
Cristina confesó que se sumió en una profunda tristeza tras la separación, sintiéndose engañada y arrepentida por haber creído en alguien que no supo valorar su entrega.

Ahora, en ¡Vaya vacaciones!, teme repetir la historia con Álex, aunque la relación aún no ha evolucionado más allá de una cercanía emocional.
En una charla con sus compañeros, Cristina rompió en sinceridad al confesar que revive el peor episodio de su vida emocional. Lamentó haberse permitido sentir, pese a las señales internas que le decían que frenara. Se mostró frustrada consigo misma, usando palabras duras como “gil******” y “pringada”, señal de que lucha internamente por no volver a equivocarse.
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