Zulinka Pérez, hija del legendario merenguero Rubby Pérez, regresó por primera vez a los escenarios tras la trágica noche en la discoteca Jet Set, donde su padre perdió la vida junto a más de 230 personas.

El concierto se llevó a cabo en el Maunaloa Night Club, completamente lleno, y se convirtió en un homenaje lleno de emociones a la memoria de su padre.

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El evento estuvo marcado por una mezcla de dolor, valentía y amor por la música.

Acompañada por su esposo Miguel Báez y la orquesta de Rubby Pérez, Zulinka enfrentó el momento más desafiante de su carrera artística.

Interpretó varias de las canciones más emblemáticas de su padre, incluyendo «Color de rosa», la misma que él cantaba en el instante en que ocurrió la tragedia.

La audiencia, conmovida, se unió a su voz, generando una atmósfera de profunda conexión y respeto.

Pese al cariño del público, Zulinka no estuvo exenta de críticas. Algunos comentarios en redes sociales señalaron que su voz no alcanzó el nivel esperado para un evento de tal magnitud.

Aunque hubo apoyo masivo por el contexto emocional, ciertos sectores cuestionaron si estaba lista para tomar el lugar que ocupaba Rubby Pérez en el escenario. Estas opiniones generaron debate entre sus seguidores.

Antes del concierto, Zulinka compartió un mensaje en sus redes, dejando ver su estado emocional: “Estoy rota, pero sigo de pie.

Este dolor me impulsa a honrar la memoria de mi papá y su legado”. Esta declaración fue ampliamente compartida por sus fanáticos.

Quienes reconocieron la valentía de enfrentar una presentación tan significativa, a solo semanas del accidente.

Durante los ensayos previos al show, se vivieron momentos muy sensibles. El equipo de músicos, amigos y familiares no pudo evitar las lágrimas al revivir la canción más simbólica del repertorio de Rubby.

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