El ganador de La Casa de los Famosos All Stars, Caramelo, ha demostrado que más allá de su carisma, humor y frases virales, también posee un corazón empático y solidario.
Esta vez, el dominicano conmovió a sus seguidores al enviarle un emotivo mensaje de apoyo al actor y excompañero del reality, Paulo Quevedo, quien atraviesa una etapa complicada en su salud.
VER EL VIDEO AL FINAL DEL CONTENIDO DE ESTE ARTICULO.

En un video publicado en sus redes sociales, Caramelo se dirigió directamente a Paulo, expresándole fuerza, cariño y recordándole que no está solo.
“Mi hermano, tú eres un guerrero. En la vida hay momentos difíciles, pero también hay luz al final del camino. Aquí estoy pa’ ti, siempre”, fueron algunas de las palabras que expresó con sinceridad.

El gesto de Caramelo fue aplaudido por cientos de fanáticos, quienes resaltaron su lado humano y la hermandad que aún mantiene con varios de sus excompañeros del programa.
En los comentarios, muchos recordaron los momentos de apoyo mutuo entre él y Paulo dentro de la casa, donde aunque tuvieron diferencias, también compartieron momentos de reflexión y camaradería.

Aunque no se han dado a conocer detalles específicos sobre la situación que enfrenta Quevedo, se sabe que se encuentra alejado de los medios y lidiando con un asunto personal delicado.
Este gesto de Caramelo reafirma que la fama no ha cambiado su esencia y que, incluso en medio de compromisos y nuevas oportunidades, no olvida a quienes compartieron con él momentos clave de su crecimiento mediático.

Un mensaje que, sin duda, tocó el corazón de Paulo y de todos los que creen en el poder de la solidaridad auténtica.
VIDEO
News
Mientras mi esposo me golpeaba con un palo de golf, oí a su amante gritar: “¡Mátalo! ¡No es tu hijo!”. Sentí que mi mundo se derrumbaba… hasta que la puerta se abrió de golpe. Mi padre, el despiadado director ejecutivo, rugió: “Hoy pagarás por lo que hiciste”. Y en ese momento, supe… que la verdadera tormenta apenas comenzaba.
Mientras mi esposo, Andrew, me golpeaba con un palo de golf en medio del salón, apenas podía proteger mi vientre de…
Después de pasar seis meses cosiendo a mano el vestido de boda de mi hija, entré en la suite nupcial justo a tiempo para escucharla reír: “Si pregunta, dile que no me queda. Parece algo sacado de una tienda de segunda mano.” Tragué mi orgullo, enderecé la espalda y me llevé el vestido en silencio. Pero más tarde, ocurrió algo inimaginable…
Durante seis meses, cada noche después del trabajo, Elena se sentaba frente a la máquina de coser y continuaba, puntada por puntada,…
Me casé con un hombre sin hogar al que todos se burlaron y ridiculizaron durante toda la boda… pero cuando tomó el micrófono y habló, reveló una verdad que nadie podría haber imaginado y dejó a toda la sala entre lágrimas y en shock…
El día de mi boda con Daniel comenzó con un murmullo incómodo que recorrió toda la iglesia como un viento…
Mi hijo me golpeó, pero guardé silencio. A la mañana siguiente, cociné un banquete suntuoso. Él bajó las escaleras, vio el mantel de encaje y las galletas, sonrió y dijo: ‘Así que, mamá, por fin aprendiste’, pero su rostro cambió de color en cuanto vio a la persona sentada a la mesa…
El sonido de la bofetada fue seco y resonó en la cocina como un disparo. No era la primera vez…
En la cena familiar estaba sentada allí con el brazo roto, sin poder siquiera comer. Mi suegra dijo: “Mi hijo le dio una lección”. Y su hermana presumió: “Ella pensó que mandaba”. Yo solo sonreí. Treinta minutos después, sonó el timbre y él descubrió quién realmente manda en esta casa.
Aquella noche en la cena familiar todo olía a carne asada, vino barato y tensión contenida. Yo, Emily Carter, estaba sentada…
En la cena familiar, mi esposo me vertió sopa caliente sobre la cabeza mientras su madre se reía. Luego dijo: “Tienes diez minutos para largarte.” Me limpié la cara, saqué unos papeles de mi bolso, los puse sobre la mesa y dije con calma: “Tienes razón. Diez minutos después…”
La cena familiar en casa de los Miller siempre había sido un campo minado emocional para mí, pero aquella noche…
End of content
No more pages to load






