Chiky Bombom vivió un momento de ensueño en el programa Hoy Día, donde finalmente pudo celebrar su fiesta de quinceañera.
Aunque sus 15 años quedaron atrás, la producción del show quiso hacerle realidad ese anhelo que no pudo cumplir en su adolescencia, organizando una emotiva celebración en su honor.

VER EL LINK AL FINAL DEL CONTENIDO DEL IMPACTANTE VIDEO DE CHIKYBOMBOM SOBRE SU CUMPLEAÑOS
Vestida con un espectacular vestido azul decorado con brillantes pedrerías y un llamativo escote, Chiky bajó por las escaleras del set como toda una princesa de cuento de hadas.

Una corona majestuosa coronaba su peinado, haciéndola sentir como la reina que siempre soñó ser en su gran día.
La conductora fue recibida en la pista de baile por sus chambelanes, entre ellos el carismático Po-Yo y el galán internacional Carlos Ponce.

A su lado, Chiky avanzó entre sonrisas y miradas emocionadas, disfrutando cada segundo de una noche mágica preparada especialmente para ella.
Uno de los momentos más especiales fue cuando Chiky Bombom bailó su vals acompañada de Carlos Ponce.

Visiblemente emocionada, la dominicana dejó ver su alegría y nostalgia al cumplir un sueño que había guardado en su corazón durante años.
La celebración también contó con la participación de José Luis Rodríguez «El Puma», quien aportó elegancia y calidez al evento.

Convirtiéndolo en un recuerdo aún más significativo para la presentadora y para todos los que fueron testigos de ese instante.
Entre lágrimas de felicidad, Chiky agradeció profundamente el gesto de sus compañeros de Hoy Día, expresando que esta celebración será un recuerdo imborrable en su vida.

La noche fue una muestra de que los sueños, aunque se tarden, siempre encuentran su momento perfecto para hacerse realidad.
News
Mientras mi esposo me golpeaba con un palo de golf, oí a su amante gritar: “¡Mátalo! ¡No es tu hijo!”. Sentí que mi mundo se derrumbaba… hasta que la puerta se abrió de golpe. Mi padre, el despiadado director ejecutivo, rugió: “Hoy pagarás por lo que hiciste”. Y en ese momento, supe… que la verdadera tormenta apenas comenzaba.
Mientras mi esposo, Andrew, me golpeaba con un palo de golf en medio del salón, apenas podía proteger mi vientre de…
Después de pasar seis meses cosiendo a mano el vestido de boda de mi hija, entré en la suite nupcial justo a tiempo para escucharla reír: “Si pregunta, dile que no me queda. Parece algo sacado de una tienda de segunda mano.” Tragué mi orgullo, enderecé la espalda y me llevé el vestido en silencio. Pero más tarde, ocurrió algo inimaginable…
Durante seis meses, cada noche después del trabajo, Elena se sentaba frente a la máquina de coser y continuaba, puntada por puntada,…
Me casé con un hombre sin hogar al que todos se burlaron y ridiculizaron durante toda la boda… pero cuando tomó el micrófono y habló, reveló una verdad que nadie podría haber imaginado y dejó a toda la sala entre lágrimas y en shock…
El día de mi boda con Daniel comenzó con un murmullo incómodo que recorrió toda la iglesia como un viento…
Mi hijo me golpeó, pero guardé silencio. A la mañana siguiente, cociné un banquete suntuoso. Él bajó las escaleras, vio el mantel de encaje y las galletas, sonrió y dijo: ‘Así que, mamá, por fin aprendiste’, pero su rostro cambió de color en cuanto vio a la persona sentada a la mesa…
El sonido de la bofetada fue seco y resonó en la cocina como un disparo. No era la primera vez…
En la cena familiar estaba sentada allí con el brazo roto, sin poder siquiera comer. Mi suegra dijo: “Mi hijo le dio una lección”. Y su hermana presumió: “Ella pensó que mandaba”. Yo solo sonreí. Treinta minutos después, sonó el timbre y él descubrió quién realmente manda en esta casa.
Aquella noche en la cena familiar todo olía a carne asada, vino barato y tensión contenida. Yo, Emily Carter, estaba sentada…
En la cena familiar, mi esposo me vertió sopa caliente sobre la cabeza mientras su madre se reía. Luego dijo: “Tienes diez minutos para largarte.” Me limpié la cara, saqué unos papeles de mi bolso, los puse sobre la mesa y dije con calma: “Tienes razón. Diez minutos después…”
La cena familiar en casa de los Miller siempre había sido un campo minado emocional para mí, pero aquella noche…
End of content
No more pages to load






