Cuando muchos pensaban que solo se trataba de maquillaje, pasarela y una buena genética, Lina Luaces salió a hablar y dejó en claro que su preparación para Miss Universo va mucho más allá de lo que se ve en una foto perfecta.
La hija de Lili Estefan, que desde hace meses viene siendo tema en redes por su indiscutible belleza y elegancia, sorprendió a todos con una reflexión íntima sobre el proceso que está atravesando.

MIRA LAS PALABRAS DE LINA LUACES AL FINAL DEL CONTENIDO
Y no, no fue una confesión superficial. Fue real, intensa y con una carga emocional que nadie esperaba.

En sus propias palabras, Lina confesó que ha tenido que enfrentarse a inseguridades profundas, a batallas internas y a una presión constante por encajar en un molde que, muchas veces, no tiene espacio para las emociones.
Dijo que ha aprendido a verse con otros ojos, a reconocer su valor más allá de las luces, y a sanar mientras se entrena para representar a su país.

Lili, su mamá, no podría estar más orgullosa. En varias ocasiones, “La Flaca” ha mostrado públicamente el orgullo que siente por su hija, y hasta se animó a pedir ayuda en televisión para que la preparen como una reina.
Literalmente. Le pidió a Dayanara Torres que le enseñe a desfilar como Miss.

Y mientras el público la sigue de cerca esperando verla brillar con la banda y la corona, Lina se enfoca en un trabajo más silencioso, pero mucho más poderoso: el de convertirse en su mejor versión por dentro, antes de deslumbrar por fuera.
Una belleza que no necesita filtros… y un mensaje que muchas no se animan a dar.

A CONTINUACION MIRA LAS PALABRAS DE LINA LUACES:
News
Encontré a mi hija arrodillada bajo la lluvia, mientras su esposo la castigaba por haber comprado un vestido nuevo. Desde dentro, podía escuchar a su marido y a su familia riéndose. La levanté, pateé la puerta y dije cinco palabras que jamás olvidarían.
La lluvia caía con una fuerza casi horizontal cuando mi coche se detuvo frente a la casa de mi hija….
Acababa de comprar un cottage cuando mi nuera me llamó: ‘Llegamos en dos horas con veinte familiares. Prepara habitaciones y comida; nos quedamos dos semanas.’ Yo solo sonreí… y elaboré un plan.
La llamada llegó justo cuando estaba guardando las últimas cajas en mi recién comprado cottage. Uno pequeño, encantador, perdido en un…
Mi hijo y su esposa me pidieron que cuidara a su bebé de dos meses mientras ellos iban de compras. Pero, por más que lo abrazaba, el pequeño no dejaba de llorar desesperadamente. Algo no iba bien. Cuando levanté su ropa para revisar el pañal, me quedé paralizado. Había… algo increíble. Mis manos empezaron a temblar. Tomé a mi nieto rápidamente y salí corriendo hacia el hospital.
Nunca olvidaré aquella tarde de sábado en Madrid. Mi hijo y su esposa me habían pedido que cuidara a su…
Después de dedicar seis meses a coser a mano el vestido de boda de mi hija, entré en la suite nupcial justo a tiempo para oírla decir entre risas: “Si pregunta, dile que no me queda. Parece comprado en una tienda de segunda mano.” Sentí cómo algo dentro de mí se desmoronaba, pero respiré hondo, levanté la cabeza y me llevé el vestido sin decir palabra. Sin embargo, más tarde sucedió algo que jamás habría imaginado…
Después de pasar seis meses cosiendo a mano el vestido de boda de mi hija, entré en la suite nupcial…
Había entrado fingiendo ser una clienta anónima, con la libreta escondida en el bolso, cuando apareció el mensaje de mi hija, aterrorizada: “¡Mamá, me acusa de robar! ¡Llama a la policía!”. Se me heló la sangre, pero mi respuesta fue firme: “Cariño, escóndete en el almacén. Voy para allá”.
“Había entrado fingiendo ser una clienta anónima, con la libreta escondida en el bolso, cuando apareció el mensaje de mi…
“¡Lárgate de esta casa, vieja inútil!” — La humillación que convierte la hacienda de Joanna en un campo de batalla familiar.
«Como vuelvas a pisar esta casa, te juro que te echo con mis propias manos, vieja inútil.» Ese fue el…
End of content
No more pages to load






