Dayanara Torres, recordada por su coronación como Miss Universo en 1993, ha dejado ver una faceta muy íntima de su vida al hablar con orgullo de sus orígenes.

Lejos del lujo y el glamour que suelen rodear a las figuras públicas, la puertorriqueña creció en una modesta vivienda de madera ubicada en Toa Alta, Puerto Rico.

VER EL VIDEO AL FINAL DEL CONTENIDO DEL HOGAR DE DAYANARA EN PUERTO RICO

A través de sus redes sociales, ha compartido imágenes y recuerdos de aquella etapa que marcó profundamente su carácter.

La casa donde creció contaba con tres habitaciones, sin puertas para dividir los espacios, y un baño cubierto por una simple cortina.

No había comodidades modernas: el inodoro funcionaba con la ayuda de un balde con agua y en muchas ocasiones los baños eran con manguera al aire libre.

A pesar de esas limitaciones, Dayanara guarda los recuerdos de esa época con cariño, ya que fue allí donde aprendió el valor de la sencillez, la unión familiar y la resiliencia.

Desde pequeña enfrentó obstáculos derivados de su situación económica.

Asistía a una escuela privada gracias al esfuerzo de sus padres, pero también vivió momentos difíciles, como las burlas de compañeros que criticaban su apariencia y origen humilde.

Sin embargo, esas experiencias, lejos de debilitarla, la fortalecieron y la impulsaron a soñar en grande.

En un reciente viaje a Puerto Rico, Dayanara llevó a su pareja, Marcelo Gama, a recorrer los rincones que marcaron su niñez.

AQUI EL VIDEO DEL HOGAR DE DAYANARA