Karina Banda tomó la valiente decisión de detener temporalmente su tratamiento de inseminación artificial, luego de un año de intentos sin resultados positivos.

La presentadora mexicana reconoció que el proceso fue emocionalmente muy intenso, al punto de afectar su bienestar general, por lo que optó por hacer una pausa para reencontrarse consigo misma.

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La conductora de Desiguales confesó que el tratamiento le generó fuertes episodios de ansiedad, estrés constante y un aumento significativo de peso.

Estos síntomas la hicieron reflexionar sobre el impacto emocional que estaba teniendo su lucha por convertirse en madre, y cómo esto podría estar interfiriendo con su salud física y emocional.

En este nuevo capítulo, Karina ha decidido priorizar su bienestar personal. Está enfocada en hacer ejercicio, alimentarse mejor y recuperar su paz interior.

Considera que este equilibrio es esencial para poder enfrentar nuevamente el camino hacia la maternidad con más fuerza y claridad.

La también esposa de Carlos Ponce destacó que el estrés fue uno de los mayores obstáculos durante el proceso, y que lejos de ayudar, terminó complicando aún más las cosas.

Por eso, asegura que esta pausa no es un abandono, sino una forma de prepararse mejor para un futuro intento.

Banda describió su experiencia como una montaña rusa emocional, llena de ilusiones que muchas veces terminaban en decepción.

Reconoce que ha sido un proceso duro, pero también enriquecedor, que la ha llevado a entender que no todo está bajo su control y que a veces es necesario soltar para sanar.

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